/ sábado 1 de junio de 2019

Universidades del Bienestar de AMLO dan clases en edificios prestados

Las escuelas, que igualarían a la UNAM, operan en espacios prestados y habilitados debido a que no han recibido presupuesto

Las clases en las Universidades Benito Juárez impulsadas por la presente administración federal están en marcha, pero no con las características que se propusieron originalmente, pues en su mayoría no cuentan con instalaciones propias y las que ya tienen actividades operan en condiciones muy alejadas de las establecidas en su concepción.

De acuerdo con la propuesta para crear el sistema, cada plantel contaría con espacios como biblioteca, sala de cómputo, aulas espaciosas, comedor, laboratorios, así como campos de cultivo y espacio para el conocimiento y producción de energías renovables.

Además, sus edificaciones serían térmicas, antisísmicas y con sistema de prevención de riesgos, con modelos de construcción con base en materiales locales y respetando la identidad del programa y de las construcciones de la comunidad.

No obstante, en varios estados no se han asignado recursos para su construcción, como Querétaro, donde la Delegación de la Secretaría del Bienestar está a la espera para el plantel en Ezequiel Montes, pese a que ya hay un grupo de estudiantes tomando un curso propedéutico en la Casa de Cultura en vista de estudiar la licenciatura en Medicina Comunitaria, en un predio donado por el cabildo municipal.

En Hidalgo, El Mexe, normal superior donde se hizo el anuncio del programa nacional, la recepción de documentos inició y los alumnos también asisten a clases, aunque en aulas improvisadas. También están en funcionamiento la Universidad de Chilcuautla, así como la de Huasca, con estudiantes recibiendo instrucción en el Geoparque, ambas con la carrera en Ingeniería Agroalimentaria y 80 estudiantes cada una.

En el Estado de México, las tres universidades anunciadas en octubre de 2018 para construirse en Villa del Carbón, Villa de Allende y Texcoco no tienen fecha de inicio. De acuerdo con la delegada federal, Delfina Gómez Álvarez, las instalaciones de Villa de Allende y Villa del Carbón aún no cuentan con presupuesto ni con proyecto para la edificación, pues aún se está en la búsqueda de ellos.

En Zacatecas la situación es similar, pues de las tres universidades comprometidas, al día de hoy está en funciones una en el municipio de Pánfilo Natera, con el préstamo de la Casa de Cultura donde se da clases de forma provisional a 47 estudiantes para la licenciatura en Ingeniería Agroalimentaria. El próximo 10 de junio se abrirá la plataforma para la inscripción de nuevos alumnos.

Tampoco en Aguascalientes cuentan con infraestructura propia, pues un total de 240 jóvenes son los pioneros del programa. Hasta 120 ya acuden a Asientos y cursan el primer cuatrimestre de la carrera de Ingeniería Agroindustrial. Otros 120 estudian Ingeniería Agroambiental en Calvillo, aunque ambas sedes no cuentan con infraestructura propia y operan en los salones ejidales de sus respectivas cabeceras municipales.

Edificios prestados también es la imagen de las universidades en Tlaxcala, pues con una plantilla de 61 alumnos las ingenierías en Agroalimentos y Ambiental iniciaron el ciclo escolar en Cuapiaxtla, con 20 alumnos, y Xaltocan, con 41.

A nivel federal, tras el anuncio de la operación de 83 de las 101 universidades, la encargada del programa, Raquel Sosa, dio a conocer que hasta ahora el gobierno federal ha gastado mil millones de pesos más en instalación, equipamiento y operación de las instituciones, a las que ya asisten siete mil 575 alumnos.

Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el programa se convertirá en un símil de la Universidad Nacional Autónoma de México, en los pueblos más pobres esto se ve aún lejano.

Las clases en las Universidades Benito Juárez impulsadas por la presente administración federal están en marcha, pero no con las características que se propusieron originalmente, pues en su mayoría no cuentan con instalaciones propias y las que ya tienen actividades operan en condiciones muy alejadas de las establecidas en su concepción.

De acuerdo con la propuesta para crear el sistema, cada plantel contaría con espacios como biblioteca, sala de cómputo, aulas espaciosas, comedor, laboratorios, así como campos de cultivo y espacio para el conocimiento y producción de energías renovables.

Además, sus edificaciones serían térmicas, antisísmicas y con sistema de prevención de riesgos, con modelos de construcción con base en materiales locales y respetando la identidad del programa y de las construcciones de la comunidad.

No obstante, en varios estados no se han asignado recursos para su construcción, como Querétaro, donde la Delegación de la Secretaría del Bienestar está a la espera para el plantel en Ezequiel Montes, pese a que ya hay un grupo de estudiantes tomando un curso propedéutico en la Casa de Cultura en vista de estudiar la licenciatura en Medicina Comunitaria, en un predio donado por el cabildo municipal.

En Hidalgo, El Mexe, normal superior donde se hizo el anuncio del programa nacional, la recepción de documentos inició y los alumnos también asisten a clases, aunque en aulas improvisadas. También están en funcionamiento la Universidad de Chilcuautla, así como la de Huasca, con estudiantes recibiendo instrucción en el Geoparque, ambas con la carrera en Ingeniería Agroalimentaria y 80 estudiantes cada una.

En el Estado de México, las tres universidades anunciadas en octubre de 2018 para construirse en Villa del Carbón, Villa de Allende y Texcoco no tienen fecha de inicio. De acuerdo con la delegada federal, Delfina Gómez Álvarez, las instalaciones de Villa de Allende y Villa del Carbón aún no cuentan con presupuesto ni con proyecto para la edificación, pues aún se está en la búsqueda de ellos.

En Zacatecas la situación es similar, pues de las tres universidades comprometidas, al día de hoy está en funciones una en el municipio de Pánfilo Natera, con el préstamo de la Casa de Cultura donde se da clases de forma provisional a 47 estudiantes para la licenciatura en Ingeniería Agroalimentaria. El próximo 10 de junio se abrirá la plataforma para la inscripción de nuevos alumnos.

Tampoco en Aguascalientes cuentan con infraestructura propia, pues un total de 240 jóvenes son los pioneros del programa. Hasta 120 ya acuden a Asientos y cursan el primer cuatrimestre de la carrera de Ingeniería Agroindustrial. Otros 120 estudian Ingeniería Agroambiental en Calvillo, aunque ambas sedes no cuentan con infraestructura propia y operan en los salones ejidales de sus respectivas cabeceras municipales.

Edificios prestados también es la imagen de las universidades en Tlaxcala, pues con una plantilla de 61 alumnos las ingenierías en Agroalimentos y Ambiental iniciaron el ciclo escolar en Cuapiaxtla, con 20 alumnos, y Xaltocan, con 41.

A nivel federal, tras el anuncio de la operación de 83 de las 101 universidades, la encargada del programa, Raquel Sosa, dio a conocer que hasta ahora el gobierno federal ha gastado mil millones de pesos más en instalación, equipamiento y operación de las instituciones, a las que ya asisten siete mil 575 alumnos.

Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el programa se convertirá en un símil de la Universidad Nacional Autónoma de México, en los pueblos más pobres esto se ve aún lejano.

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