Vecinos de El Mirador, en Tlajomulco, sienten temor tras el hallazgo de dos fosas clandestinas localizadas en esta población, en una de las cuales fueron exhumadas restos de 50 personas.
“Se siente intranquilidad de que no haya seguridad, no sabemos con qué personas nos estamos topando o a quién nos estamos enfrentando”, explica un vecino que omitió decir su nombre.
“Sí, un poco de miedo, uno no sabe quién vive alrededor”, detalló una mujer de nombre María.
Los habitantes de esta comunidad, de menos de 200 personas, señalan que, durante el año pasado, antes de que localizaran las fosas, era común ver a gente con camionetas de reciente modelo.
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“Eran vehículos extraños que no se sabe de dónde provenían. Eran camionetas llamativas, que se veían en la noche nada más”, detalló José.
Agentes de la Fiscalía del Estado y peritos de Ciencias Forenses continúan los trabajos de excavación en la segunda fosa clandestina localizada en el poblado del Mirador.
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Dicha fosa mide aproximadamente 25 metros de ancho por 48 de largo; está ubicada aproximadamente a 80 metros, de la primera fosa, de la cual se extrajeron restos humanos de al menos 50 víctimas, de acuerdo a lo que informó la Fiscalía del Estado el 14 de diciembre pasado, fecha en la que terminaron los trabajos de excavación en este primer punto.
La Fiscalía del Estado no ha informado sobre los resultados de los trabajos de búsqueda.
Ambas fosas, así como la de El Zapote en la que se exhumaron 31 cuerpos, derivaron del aseguramiento realizado por elementos de la Guardia Nacional, el 8 de noviembre en una bodega en Toluquilla, en Tlaquepaque, en donde rescataron a 8 personas que estaban privadas de la libertad, aseguraron un arsenal y detuvieron a 15 integrantes de una célula delictiva.
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