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Han pasado más de 15 meses desde la muerte de Jorge Alberto Pérez Ramírez, de 23 años, estudiante de Ingeniería Industrial del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara, y apestar del tiempo, la justicia aún no llega para él y sus familiares que a diario la imploran. Sus padres aseguran que lo único que piden es que los responsables paguen por arrebatarle la vida a su hijo.
El 2 de julio de 2018, Jorge Alberto caminaba por la calle San Patricio, entre Mesa del Norte y San Alfonso, de la colonia Vicente Guerrero, de Guadalajara, cuando fue abordado por al menos cuatro sujetos, entre ellos Erik Javier N. de 25 años, quienes descendieron de un automóvil blanco y a punta de pistola pretendían despojarlo de sus pertenencias, entre ellas un celular y su mochila, por lo que al oponerse, le dispararon. Horas después falleció mientras recibía atención médica.
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Días después fue capturado Erik Javier N. de 25 años, al que le aseguraron el auto y la mochila robada. A éste un juez de control lo vinculó a proceso y le otorgó prisión preventiva de 8 meses.
Apenas en días pasados se realizó la audiencia intermedia, luego de que esta fue pospuesta en tres ocasiones anteriores, sin previo aviso con el argumento de que había mucho trabajo en el juzgado.
Muy difícil continuar sin él
La señora Silvia Ramirez Ávalos, aún con dolor por la pérdida de su hijo a manos de delincuentes, accedió a platicar con EL OCCIDENTAL y contó cómo le cambió la vida: "es muy difícil continuar sin él. Los papás nos preparamos a vivir con los hijos y siempre uno piensa que uno se va a ir primero, pero en este caso no nos esperábamos esta tragedia tan fuerte que estamos viviendo".
Ella sólo quiere que el homicidio de su hijo no quede impune y pague quien tenga que pagar: "que se haga justicia, porque no puede quedar esto así, por lo que era mi hijo y también levantar la voz por otros jóvenes porque tenemos más hijos y no nos gustaría que otra vez pasara lo mismo y que otros papás pasaran lo mismo, porque este dolor no se lo deseamos a nadie", pronunció con tristeza Ramírez Ávalos acompañada de su esposo y padre de Jorge Alberto.
De la misma manera puntualizó en que ya perdonó al hasta ahora único detenido, por la muerte de su primogénito.
Se viene a suplicar justicia
Francisco Jiménez Reynoso, profesor e investigador de la División de Estudios Jurídicos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdG, acudió como acompañante de la familia Pérez Ramírez, por parte de la Universidad de Guadalajara a la audiencia intermedia, sin embargo señaló que en el Juzgado de Control y Juicio Oral del Distrito I, existe un trato indigno para quienes asisten en busca de justicia: "aquí pareciera que se viene a suplicar justicia y no a exigir", lo anterior después de que en tres ocasiones previas se pospuso la audiencia, ya estando los padres de la víctima y sus abogados en espera de asignación de sala. Además de que el día de finalmente se celebró, se hizo más de dos horas después de lo acordado y ni una disculpa recibieron por la tardanza.
