La exesposa de Adán Israel Barrón Rangel, niega las acusaciones en su contra por amenazas e intento de homicidio, las cuales fueron dadas a conocer por él en una rueda de prensa.
María Guadalupe Trinidad, al hacer uso de su derecho de réplica, contó que tiene dos órdenes de protección y un dispositivo Pulso de Vida, el cual ha tenido que activar en dos ocasiones ante el acoso de quien fue su pareja.
El 7 de mayo del año en curso, ella presentó la primera denuncia contra Israel en el Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) por violencia familiar, por lo cual le concedieron medida de protección por 60 días, misma que venció y fue reactivada el pasado 20 de agosto, de las que este medio tiene copias. Igualmente se le proporcionó el dispositivo en mención.
Por si no lo leíste:
"Me concedieron medidas de protección en dos municipios: en El Salto y Guadalajara. Luego me siguió acosando y siguió ejerciendo violencia sobre mi y en julio de este año, promoví otra denuncia en el Centro de Justicia para las Mujeres por violencia familiar y ciber acoso, porque me seguía acosando por esa vía y me concedieron medidas de protección nuevamente en El Salto, Guadalajara y Zapopan porque es donde tengo actividad todos los días", explicó María Guadalupe Trinidad.
También comentó que en ningún momento lo ha amenazado, ni intentó estrangularlo como Rangel asegura que ocurrió en una cafetería de la zona de Chapultepec. Incluso María Guadalupe compartió a El Occidental, un video de ese día.
"Estaba muy molesto y me reclamó que porque me estaba divorciando de él, le dije que el motivo era que no quería seguir casada con él porque me estaba produciendo violencia física. Está grabado que no hubo ningún tipo de violencia, simplemente le notificamos el emplazamiento del divorcio".
Por otra parte, descartó que el hecho de que en algún momento fue servidora pública le haya dado ventaja legal, sino que todos y cada uno de sus dichos están sustentados con pruebas.
Ella afirmó que continuará peleando por la vía legal hasta que vuelva a recuperar la tranquilidad que le fue arrebatada y se dijo confiada de que la autoridad actuará conforme a derecho.