El cáncer le arrebató la vida al can Edón, que formaba parte del escuadrón K9 de detección de explosivos y objetos prohibidos, de la Comisaría de la Policía de Guadalajara, por lo que ahora olfateará en el cielo.
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Edón formaba parte de un binomio canino al servicio de los tapatíos. Incluso, apenas el mes pasado fue dado de baja por su estado de salud y despedido con honores junto a otros cuatro oficiales de la Comisaría.
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El perro de raza labrador, de 13 años, recientemente cumplió 10 años al servicio de la referida corporación. Además, realizó casi seis mil servicios de búsqueda de explosivos: Mil 800 inspecciones preventivas en el Consulado Americano, mil 600 a los edificios de la Comisaría y Presidencia Municipal, mil 200 en varios eventos, 600 en el Estadio Jalisco y detectó 180 kilos de pirotecnia que luego fue incautada.