Un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco pone en evidencia lo complicado que es ser hoy por hoy policía en Jalisco, con amenazas constantes de por medio, una agresión en contra de ellos en general cada tercer día, con un saldo que deja hasta ahora 112 policías muertos, 159 heridos y 14 desaparecidos. Las víctimas fatales representan casi el 7% de los policías asesinados en todo el país.
Es una guerra desigual que se ha trasladado incluso a más allá de su horario de trabajo y fuera del ámbito de su actividad, hasta tocar a las puertas del hogar, como lo expresa el integrante del Observatorio de Seguridad de la Universidad de Guadalajara, Alfonso Partida Caballero, “la delincuencia organizada tiene más información de los policías, que ellos de los de los delincuentes, saben donde viven. Imagínate que pronto llegan preguntándole a la esposa por el marido, ella les dice que no está y le responden: ‘aquí lo esperamos para platicar con él’, eso es preocupante”.
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Sobre todo en los municipios se considera que está la parte más frágil, todo mundo sabe donde vive el comisario, el comandante, el policía de línea, los tienen localizables, aplica la advertencia de “plata o plomo”.
Van 316 ataques a cuerpos de seguridad
El informe realizado por la CEDHJ comprende del 1 de enero de 2019 al 25 de junio del presente año.
Dentro del mismo se da cuenta de que en ese lapso se han registrado un total de 316 ataques contra elementos de las policías municipales, estatales y federales. “Le han perdido el respeto a la placa y el uniforme”, sentencia el abogado Alfonso Partida Caballero, del Observatorio de la Universidad de Guadalajara.
Son 43 ataques contra elementos de la fiscalía de Justicia de Jalisco, 41 contra la policía estatal, 39 contra la policía de Guadalajara, 30 contra la policía de Zapopan, 25 contra la Guardia Nacional, 16 tanto contra la policía de Tlajomulco como contra elementos del Ejército Mexicano, 14 contra la policía de Tonalá, 13 contra la policía de Tlaquepaque, 13 contra la policía de El Salto; ocho contra la policía de Teocaltiche, cinco contra la policía de Lagos de Moreno y mismo número contra la policía vial.
El resto se dividen entre 26 municipios, dos grupos especializados, personal de la agencia federal de Aviación Civil y de la Fiscalía General de la República.
La CEDHJ clasifica por apartado y resalta el hecho de que en uno de cada 10 casos las víctimas han sido mujeres policías.
Policías bajo fuego
La infiltración del crimen organizado -asegura el especialista- ha hecho más complicada la confrontación con el hampa, que de por sí ya suena desigual considerando el armamento que porta cada uno de los grupos.
Policías, con uniforme y en patrullas con logos, se vuelven un blanco fácil y constante, con desventaja ante los delincuentes que se mezclan entre el resto de los ciudadanos y tienen a su favor el factor sorpresa.
Emboscadas, ataques por la espalda o cuando los policías están francos, incluso con sus esposas y sus hijos, han sido factores de una violencia desmedida aplicada a los guardianes del orden, de los que han muerto mil 602 en todo México, en un período que va del 1 del 2018 a la fecha. De éstos, casi el 7 por ciento corresponden a Jalisco.
La CEDHJ documenta 112 asesinatos, como consecuencia de esos 316 ataques, donde no siempre ha habido víctimas.
Pero además en ellos han resultado heridos 159, otros 14 se encuentran reportados como desaparecidos y de esos, en siete de los casos se demostró que fueron privados de su libertad por hombres armados, sin que se vuelva a tener información sobre su paradero.
Los últimos ataques
En lo que va del 2022, en Jalisco se han suscitado 20 asesinatos de policías, lo que lo pone en el tercer lugar a nivel nacional, superado sólo por Zacatecas con 26 y Guanajuato con 24.
Pero es particularmente el mes de junio el más violento para ellos, puesto que en este mes seis han perdido la vida.
El 13 de junio fue asesinado el comisario de la Policía municipal de Tizapán el Alto, José Antonio Langurén, cuando junto con sus dos escoltas, que resultaron heridos, fue emboscado por la carretera Tizapán a Tuxcueca.
Más tarde, el 18 de junio dos policías de la Comisaría de Seguridad Pública de Teocaltiche al enfrentarse con hombres armados en calles de la cabecera municipal.
El 20 de junio dos hombres fueron encontrados muertos en Santa María del Oro y uno de ellos resultó ser policía municipal, que estaba en su día de descanso.
Finalmente, el 22 de junio, cuando atendían un reporte sobre la presencia de hombres armados en una finca del barrio de San Lorenzo, mismos que tenían al parecer a dos personas privadas de la libertad, policías municipales de El Salto fueron recibidos a balazos -en el ataque número 14 contra la corporación en tres años- y cuatro de ellos perdieron la vida.
En el tiroteo, al que se sumaron más policías del municipio y de otras corporaciones estatales y federales, murieron ocho civiles, incluyendo una mujer, a la que le encontraron un arma larga, y un menor de edad.
