Crianza, el otro reto de la pandemia

La lactancia de los recién nacidos, así como el estrés del encierro representan factores que pueden alterar la dinámica y la sana convivencia entre padres, madres e hijos

Natalia Bojorge / Pacto por la primera infancia y EFE

  · viernes 5 de junio de 2020

Los bebés que toman leche materna tienen 14 veces menos posibilidades de morir en comparación con los niños de fórmula / Foto: Adrián Vázquez

El confinamiento en solitario puede ser bastante complejo, pero en familia se añade tensión adicional, entre las necesidades de los niños, incluidos los recién nacidos, como la lactancia, a lo que se suman las tareas diarias y de trabajo.

La discusión sobre la conveniencia de amamantar a los menores en medio de la pandemia del coronavirus ha presentado resultados diversos, pues no hay estudios concluyentes que apunten a que la leche materna puede o no transmitir la enfermedad de Covid-19 a los recién nacidos.

La discusión no se limita a México, pues tanto el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) reprendieron a los gobiernos de distintos países por no frenar la publicidad de leche materna de sustitución y recordaron que es preferible la lactancia materna, incluso si la madre dio positivo a Covid-19.

De acuerdo con el informe realizado por la OMS, Lactancia y Covid-19, preguntas frecuentes del personal de salud, con fecha del 12 de mayo del 2020, hasta el momento no se ha detectado el virus activo en la leche de ninguna madre con sospecha o confirmación del padecimiento.

Sin embargo, virólogos alemanes de la Universidad de Ulm, al sur de ese país, detectaron en la última semana por primera vez la presencia del virus en la leche de una mujer infectada, aunque no ha quedado demostrado que el patógeno se pueda transmitir a través de la lactancia.

La pandemia subraya la necesidad de legislar para prohibir la difusión de información falsa sobre la seguridad de las fórmulas de leche de sustitución e impedir su publicidad agresiva, aseguran estos organismos en el informe Publicidad de substitutos de leche materna: la implementación nacional del código internacional.

"El miedo a la transmisión del Covid-19 está eclipsando la importancia de la lactancia y en demasiados países se está separando a las madres y los bebés al nacer, lo que hace que el contacto piel con piel y la lactancia no sólo sean difíciles, sino imposibles. Todo ello sin evidencia alguna", denuncia Patti Rundall, de la Red de Acción Internacional de Comida Infantil.

Añade que "mientras tanto, la industria de la comida para bebés está explotando los miedos de infección, promoviendo y distribuyendo leches sustitutivas gratuitamente y dando consejos engañosos", algo prohibido por el código de conducta internacional sobre estos productos.

La OMS y la Unicef recuerdan que la leche materna "salva vidas de niños al proveerles de anticuerpos que les protegen contra muchas enfermedades infantiles" e instan a las madres a continuar con esta práctica incluso si sospechan o saben que sufren la enfermedad de Covid-19.

Los bebés que siguen estas recomendaciones tienen 14 veces menos posibilidades de morir que el resto, y sin embargo tan sólo 41 por ciento de los infantes de hasta seis meses en el planeta se alimentan exclusivamente de leche materna.

La pandemia ha rebajado los programas para fomentar la lactancia, por el distanciamiento social y el traslado de profesionales al tratamiento del Covid-19, lo que "ha abierto un espacio para que los productos sustitutivos" aprovechen la crisis para crecer, alertan los expertos.

Las dos agencias instan a los distintos gobiernos a garantizar que las madres reciban el apoyo necesario para afianzar la lactancia natural, una ayuda clave en los primeros momentos de vida del bebé.

PREVENCIONES

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brindó algunas recomendaciones para madres y bebés con el fin de evitar el contagio de Covid-19, como son que no reciban visitas en su hogar, que en cada cambio de pañal se realice un aseo general del recién nacido únicamente con agua tibia, con énfasis en la cara y las manos, evitar darles besos en la cara, manos y boca, además de lavarse las manos antes y después de tocar al recién nacido, así como antes de manipular la máquina de extracción de leche o las partes del biberón.

Para finalizar, Diana Vargas Correa, fundadora de Pilmama enfatiza en la importancia que en caso que por alguna circunstancia la madre no alimente directamente a su bebé, sino otra persona le de la leche materna por medio del biberón y es imprescindible que esa persona atienda de igual modo las medidas de higiene orientadas a evitar un posible contagio.

ESTRÉS FAMILIAR

Ante una circunstancia en la que hay mucha incertidumbre y temor, como la pandemia del coronavirus, las mamás, los papás y cuidadores de niñas y niños en el mundo enfrentan el gran desafío de atender de la mejor manera la salud emocional e integridad de sus hijas e hijos.

¿De qué habilidades tendríamos que echar mano para hacer un manejo positivo de esta situación y que el estrés no se traslade a un ambiente de violencia?

De acuerdo con la Unicef, durante la contingencia sanitaria en México, se han registrado al menos 115 mil 614 llamadas de emergencia al 911 por incidentes como abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar

Karina tiene 37 años y asegura que la pandemia ha trastocado de manera muy profunda la vida de su familia.

“Han pasado semanas desde que mis hijos Saúl y Alejandro han dejado de ir al kínder y a la guardería, yo me he quedado en casa con ellos y ha sido un periodo de prueba difícil ya que además de que mi trabajo está en riesgo, las tareas en mi casa se han multiplicado”, comparte Karina.

“A veces me siento muy abrumada; mi esposo por su trabajo sale diariamente; el riesgo de que se contagie me angustia mucho. En una ocasión me senté a llorar durante un largo rato, en ese momento sabía que si no recibía ayuda iba a estallar.”

Verónica Alférez, cofundadora de Seguridad Afectiva y Vínculos, A.C. (SAVIN) explica que debido a la pandemia de Covid-19 es fácil que dentro de las familias se viva una sensación de vulnerabilidad y los integrantes sientas que las circunstancias los rebasan de muchas maneras.

La experta enfatiza que el manejo que las madres y padres hagan sobre sus emociones es fundamental para evitar que, ante cualquier situación por difícil que esta sea, no se convierta en un disparador de violencia en el hogar.

MANEJO DE ESTRÉS

La especialista de Seguridad Afectiva y Vínculos, A.C. expone que al interior de las familias el estrés se incrementa, debido a la situación económica, a que las niñas y los niños están en casa, y que esto implica estar no sólo al pendiente de su cuidado, alimentación, tareas, además de quehaceres de la casa, quizá también vivamos la angustia sobre cómo seguir subsistiendo económicamente. “Esto nos puede abrumar mucho, y cuando el nivel de estrés se incrementa es muy importante saber que los vínculos son de gran ayuda para amortiguar estas emociones, las relaciones de afecto y cariño con las que contemos”, afirma la experta y agrega que será de gran apoyo recurrir a las figuras de apego para la escucha y acompañamiento en un momento de vulnerabilidad.

Para que las hijas e hijos estén bien, es imprescindible que las madres y padres también lo estén, y eso no significa no tener malos momentos, lo que indica es que es comprensible sentir tristeza, enojo o miedo, y es necesario estar conscientes de esto, expresarlo y buscar a una persona de afecto, o a un profesional que contenga para que pueda superarse, además de cuidar el bienestar. Si las mamás, papás y cuidadores están bien emocionalmente, las niñas y los niños vivirán en un ambiente apropiado para su desarrollo.

Karina llamó a una línea de apoyo emocional, donde recibió contención y eso marcó la diferencia para que los días siguientes fueran mucho mejores. “Recibí no sólo apoyo, también orientación sobre cómo hacer manejo de la situación con mis hijos, con mi esposo, con mis miedos, incluso en los momentos en los que me siento bastante ansiosa”, finaliza.

Verónica Alférez explica que las niñas y los niños aprenden de lo que viven, y si los padres logran sobrellevar la situación de una manera esperanzadora y resiliente, aun cuando sea realmente difícil, las hijas e hijos aprenderán que es posible superar lo que ocurre en el mundo de manera positiva e incluso, salir fortalecido. “Esto es lo que ellas y ellos aprenderán para el resto de sus vidas”, concluye la experta.


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