Construida hace más de 150 años como una forma de abastecer agua a la primera fábrica textil de Jalisco, la presa de Atemajac hoy en día corre el riesgo de inundar a más de 20 casas aledañas si es que se desborda o colapsa por la lluvia ya que una constructora le quitó tres de los cinco soportes.
Además, la delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se lavó las manos y dejó el control del histórico lugar, declarado patrimonio del país, a una empresa constructora que busca edificar departamentos.
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Jorge Gómez, uno de los afectados con este riesgo, mencionó que en esa zona convergen tres ríos y con una lluvia prolongada se puede acumular tal cantidad de agua que genere en primer lugar un desbordamiento, pero ante la presión y fuerza del líquido la presa puede colapsarse precisamente porque se quitaron esos soportes con la anuencia de la titular del INAH en Jalisco.
Es por eso que solicitan la presencia de elementos de Protección Civil, autoridades municipales y del INAH para que se haga una evaluación de la construcción, que ya tiene algunos daños y ahora con la llegada de la empresa constructora se incrementó ese riesgo por todas las modificaciones que le hicieron a la presa.
“Vendieron dos veces la fábrica y el último que la compro ya no siguió como fábrica, sino que se hizo un centro comercial y dos pequeños desarrollos habitacionales y al no tener dueño este espacio el INAH tomó las riendas de ese monumento histórico y la presa debe tener un terreno de contención por si se cae, si se inunda, mantenimiento o lo que guste está de contención este terreno de alrededor de 15 metros de ancho, nadie puede tomarlo, ni construir”, explicó.
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Jorge Gómez, recordó que hacia finales del siglo pasado el Ayuntamiento dio en comodato ese terreno de contención a vecinos de la zona con la condición de que no se podía construir casas, salvo una pequeña terraza para esparcimiento y así fue como se buscó utilizarlo y al mismo tiempo reducir los robos que se hacían en las casas.
Además, la torre de departamentos no debería construirse porque es una zona histórica protegida por el INAH, sin embargo con la actual responsable a deshizo del control y lo cedieron a los constructores porque no querían dar el mantenimiento al monumento.
Es así que la empresa al tener los documentos del INAH comienza a trabajar en la zona y “debilita tres contrafuertes, es decir los corta y éstos son los que detienen a la presa cuando se llena de agua, con esas acciones es que nos preocupamos de que la presa colapse y nos afecte a todos por eso pedimos al INAH, Conagua y Protección Civil que vayan con ellos para verificar la situación y hacer un peritaje de dicho espacio".