Una vez que se autorizó a Jalisco enviar aguacates a Estados Unidos, hace falta revisar los esquemas de producción, porque los huertos requieren grandes cantidades de agua y al crecer la demanda, comenzarían las complicaciones de abasto, advirtió Rubén Masayi González Uyeda, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ).
“Tenemos que desaprender las formas en que hemos estado utilizando el agua para la agricultura y tener mayor cuidado con ella para no limitar la siembre de huertos de aguacate por falta de agua, cuando tenemos un gran desperdicio de agua, tenemos que trabajar en desperdiciar menos, para poder generarle más oportunidades al aguacate que hoy tiene ya una entrada directa de Jalisco a Estados Unidos”.
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A decir del líder de los industriales en el estado, podrían adoptarse medidas como las que han aplicado productores de alimentos en Medio Oriente, particularmente en Qatar, donde se comenzó a sembrar prácticamente en el desierto.
“Tenemos que buscar un esquema de administración del agua, lo primero es hacer eso para entonces impulsar el tema del aguacate, no nos sirve de nada tener una apertura del aguacate de Jalisco a Estados Unidos cuando tenemos restricciones de siembra aquí”.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la temporada inicia en abril de 2022 y uno de los requisitos que es necesario cumplir para enviar aguacate jalisciense a Estados Unidos, es que las regiones tengan el estatus de zona libre de plagas cuarentenarias conocidas como barrenadores del aguacate.
Datos nacionales refieren que México es el principal productor de aguacate en el mundo, con un volumen que en 2020 superó 2.3 millones de toneladas. El principal productor es Michoacán, con más de 1.8 millones de toneladas; seguido de Jalisco, con 248 mil toneladas; Estado de México, con más de 118 mil toneladas y Nayarit, que produce casi 70 mil toneladas al año.
