Hace poco más de dos semanas Ramón López emprendió junto con su esposa Lety un pequeño restaurante de comida oriental, justo el día en que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro llamara a permanecer cinco días en casa, para evitar el riesgo de contagios del nuevo coronavirus.
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Ese viernes, ilusionados y con todo listo, ansiaban la apertura de Nintai Sushi, su primer negocio, en la colonia Tabachines. Fueron poco los clientes que llegaron, la mayoría de ellos familiares de ambos, que ahí en el local o para llevar, se convirtieron en sus primeros consumidores.
A partir de ese momento y durante los siguientes días, a diario han recibido clientes, pese a la pandemia y la serie de recomendaciones de parte de las autoridades a permanecer en casa.
“Ningún día le hemos perdido”, explicó el joven, que desde hace años prepara comida oriental pero eligió el 20 de marzo para abrir su negocio, sin saber que se enfrentaría a la que tal vez, es la peor etapa para un emprendedor, pues en la calle la gente tiene miedo de contagiarse y prefiere no salir, siendo pocos los que salen a trabajar, entre ellos el personal médico, al que dijo, regalará comida en su restaurante.
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“Están haciendo una labor titánica, de reconocerse y vamos empezando, no estamos en la opulencia, pero donde come uno, comen dos y donde comen tres, comen cuatro y estamos para ayudarnos, para apoyarnos y donde pueda yo poner mi granito de arena, con todo el gusto del mundo”.
Explicó que por ahora, entre los clientes que han llegado a su negocio, todavía no hay alguno que le solicite la promoción anunciada, pero a través de redes sociales lo han buscado para felicitarlo y agradecerle la intención. “Me comentó un médico que están haciendo turnos de hasta 18 horas al día, por eso que digo que es grandísimo el trabajo que están haciendo”, agregó Ramón.
“Hubo quien me preguntó si eso me conviene y no se trata de que me convenga o no, no me importa si me conviene o no me conviene, tengo dos semanas apenas que empecé y obviamente no estoy en los números que me gustaría estar, pero eso es lo de menos, me importa ayudar y echarnos la mano, porque para eso estamos y los tapatíos cuando nos ponemos las pilas somos buenos”.
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