/ domingo 3 de mayo de 2020

¿Tu hija o el hospital? Difícil decisión para una doctora de la Cruz Verde

"¡No quiero que te mueras, ya no quiero que seas doctora!"

Dejó de lado a su hija pequeña y su marido por la atención a pacientes Covid-19, se le quiebra la voz, con un nudo en la garganta y con lágrimas rodando por su rostro con el daño en su piel por la mascarilla y los gogles que tiene que ponerse a diario.

Con su pequeña hija sólo tiene contacto a través de videollamadas y le ha dicho en su inocencia y en su deseo de que su mamá esté con ella " ¡no quiero que te mueras, ya no quiero que seas doctora!".

En entrevista con EL OCCIDENTAL la doctora Regina (no es su nombre real, pero nos pidió guardar su anonimato), médica urgencióloga de la Unidad Delgadillo Araujo de la Cruz Verde que se reconvirtió a Covid-19 , con las señales en su rostro de fatiga, de la piel afectada por los lentes especiales, pero con mucha convicción, amor a lo que realiza: salvar vidas y más en donde requieren de ella en tiempos de pandemia.



Lo haces por convicción porque "yo en lo personal, si yo no le entro, me voy a sentir peor no haberle entrado, porque se que pude haberlo hecho bien, porque me conozco y porque nunca me he echado para atrás, nunca me he rajado en este tipo de situaciones y aunque se que quiero muchisímo a mi hija, me preocupa. Mi mamá me apoyó, me dijo ¡tú no vas a renunciar!, ¡yo te voy apoyar, yo cuido a la niña y el tiempo que sea!".

Es muy pesado, lo admite con dolor porque el "hecho de ver a mi hija en videollamadas, un mes y medio y la niña llorando porque ya me quiere ver".

Se le quiebra la voz, con el nudo en la garganta y llanto contenido, que poco a poco va dejando que salga, "yo quiero que ya no seas doctora, pero lo único que le dije es que esto va a pasar y que así tiene que ser".

Doctora joven, con gran experiencia y trayectoria que al inicio de la contingencia sanitaria tuvo que elegir entre su familia y su deber como médica y escogió atender y salvar vidas porque sabe que la necesitan.

A su pequeña hija la llevó a su pueblo para que la cuidaran sus papás y sólo la comunicación es por videollamadas. Con su esposo, de origen extranjero reconoce hubo conflicto porque no entendía el tener que dejar a su familia, hoy ya lo entiende y la apoya, ya que le dijo ¡tienes que hacer lo que debes hacer!.

"Desde que empezó todo esto te empiezas a preparar económicamente, mentalmente, es algo complicado porque lo primero que te entra en la cabeza en lo personal ¡sí me voy a morir, la verdad a todos nos da un poco de temor, pero me da más temor pensar que puedo contagiar o que me pase algo y deje sola a mi hija, el hecho de yo fallecer no me da miedo, lo que si me da miedo que aunque mi hija tiene a su papá, sabemos no es lo mismo, el quedarse sin mamá".

La parte más difícil de toda esta pandemia es el desgaste emocional y cansancio físico.

"Yo viví la pandemia de influenza en 2009, estaba empezando la especialidad y no la viví igual porque no tenía hijos, estaba soltera y porque estaba joven tenía 10 años menos y era más entrona, tenía más fuerza, sin miedo, era diferente".

Hoy los miedos llegan, al tener una hija pequeña "todos los días es pensar esto se va a venir abajo, que mi hija se puede quedar sin mamá, que va a pasar, esa es la parte psicológica".

Porque poco a poco que va pasando la pandemia, "lo haces un poco más llevadero, empiezas poco a poco como adaptar esta realidad parcial".

Desde que sale de su casa, la mayoría de las veces como ni ella ni su esposo tienen familia en Guadalajara, él es extranjero y a su hija optó por mandarla a su pueblo con su mamá y todo este mes y medio ha sido lo más duro de tener que enviarla allá .

Aunque en esta semana se la trajo porque no tuvo contacto con pacientes, ya que dieron capacitación en el manejo de pacientes por Covid-19 a otras unidades médicas.

"Esta semana la niña está conmigo, o sea no tengo el estrés de una niña".

ES MÁS DURO AHORA QUE CON LA INFLUENZA

A pesar de que en el 2009, recuerda "tenía muchos pacientes pero podía dormir,ahora no, hay mucha red social,la gente está muy asustada, obviamente tiene mayor trasmisión el Covid, para mi influye mucho todo lo que tenemos en redes sociales, el desgaste, el amarillismo con lo que pasó en Italia, Ecuador".

No duerme bien y cuando logra conciliar el sueño lo hace con pesadillas:"yo he tenido pesadillas donde me despierto a medio pasillo me veo en la sala y mis compañeros me empiezan a decir que yo me veo angustiada y me dicen no sabes que hacerle, no supiste que hacerle y donde todos estamos paniqueados que no queremos que pase, donde tenemos que hacer la selección de pacientes de quien vive y quien muere".

A eso, aclara " no hemos llegado, Guadalajara está bien, estamos en todos lados públicos y privados y no estamos desbordados. Está funcionando, pero nos está condicionando a que sea más prolongado".

Agrega, ¡es como un sufrimiento lento! "ya no sabemos sí queremos que se nos vengan todos los pacientes y colapsemos y rápido salgamos pero eso implica más muertes, que pauta de maniobra, ahorita tenemos pauta de maniobra, tenemos chance de manejar bien los protocolos".

¿TÚ HIJA O EL HOSPITAL?...

Dio capacitación a otras unidades médicas y hospitales con el resto de compañeros " aunque no creas hay muchos médicos que se han bajado del barco, las mamás sobre yodo en el IMSS, ISSSTE que les dieron chance de pedir un permiso, hay incluso quien renunció, puso de frente la familia. A mi me condicionaron también en su momento o tú familia, tú hija o tú hospital porque la verdad mi marido tiene una empresa , es empresario, no le va mal, pero yo siempre me he dedicado a esto, yo no vengo de familia acomodada y a mi me costó mi carrera y se que es un sacrificio lo que estoy haciendo por mi hija, pero quienes estamos metidos, yo en lo personal le estoy perdiendo económicamente",manifestó.

Al principio, admite que con su marido cuando empezó todo fueron pleitos, porque "estábamos los dos sin entender lo que estaba pasando, como que lo veíamos muy lejos, pero cuando empezaron a darse los casos y le dije que el hospital se iba a reconvertir a puro Covid y me iba a quedar y al tomar la decisión de mandar a mi hija con mi mamá, que los primeros días fueron los más difíciles porque lloraba por mi hija, por lo que me dijo decide o tú hija y todo tranquilo y renuncias o el hospital y fue un día de pleitos, no entendía, y le dije es que no sé que hacer y hasta eso me ayudó, dentro del pleito me dijo ¡tienes que hacer lo que se debe hacer!.Y le dije pues sí ahí tienes toda la razón. Y me dice ¡o tu hija ahorita o el hospital!. Y respondí ¡el hospital! Es algo que tengo que hacer y no se si mi hija después me lo reclama, no se que pase".

Con la voz entrecortada por la emoción su pequeña hija le dice "¡no quiero que te mueras!."

"Como típico chiquillo milenials son muy listos

Yo hablo muy claro con ella respecto a la muerte, estoy metido en esto y ella me dice no quiero que me muera, y siempre le he dicho si yo falto obviamente tú vas a llorar, vas a estar triste, va a pasar , te vas a quedar con tu papi, pero trato de no estresarla con esos temas."

Con su marido fueron al principio problemas,cuando entendió que no lo iba a dejar "yo también le bajé a mi estrés, sí iba a llorar, que no me viera".

¡NO SABES SI VAS A ENTREGAR UN PACIENTE VIVO..!

De los primeros pacientes sospechosos son de los casos que le han marcado hasta ahora en la pandemia. Cuando llegan los pacientes "los metes primero como sospecha, no los metes confirmados,porque hay que tomar la prueba de PCR y se tarda el resultado entre 48 y 72 horas, entonces entran como un diagnóstico sospechoso".

Lo más duro ,es un joven de 20 años que llegó con una neumonía muy fea, "cuando le dices a la mamá, señora hasta aquí puede pasar usted, tienes que llevarte a su hijo que iba estable, conciente pero con una neumonía horrible , con medio pulmón infectado pero muy estable podía platicar el muchachito y cuando le dices a la mamá ¡hasta aquí puede pasar!, el hecho de decirle ya no puede abrazarlo,ya no puede tener un contacto con él, me decía ¡dejeme despedirme!, y lo que no sabes ¡si se va a despedir, pero en el fondo tú sabes como médico que no sabes sí lo vas a entregar o no lo vas a entregar!."

Inclusive , detalla,la señora aunque ya no lo podía abrazar, "la señora lo abrazó aunque no le dimos autorización y lo abrazó, lloró ,se le explicó que si su hijo requería intubación nos tenía que firmar, autorizar y de entrada se les dice a los familiares que sí llega a fallecer o sí llega a estar en terapia intensiva no puede haber visitas ni nada es como decir ¡entregas a su hijo pero no se si te lo voy a entregar vivo!, ya no lo podría volver a ver".

Si vivió afortunadamente el joven, "le fue muy bien, un pacientito sin factores de riesgo, con él la prueba clínica salió negativa, daban para una sospecha como positivo. Sale negativo porque la prueba en determinado tiempo ya empiezan a negativizarse. Lo vi esta semana y lo vuelvo a ver la próxima semana. Un paciente sin factores de riesgo, 20 años y con un pulmón como si hubiera fumado toda la vida, medio pulmón infectado, pero respondió muy bien".

HASTA 6 HORAS Y MEDIA CON EL TRAJE, MASCARILLA Y GOGLES

Es un traje molesto, de plástico, aunque tienen aire acondicionado, señala pero "te pones abajo un protector interno, un traje deshechable, encima te pones el plástico, los gogles, lo más desgastante es la parte frontal, la mascarilla que te hace presión a la nariz totalmente y al quitártela sales todo cortado y todo rojo, es la parte más difícil".

Todos tienen un horario normal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) te marca que determinada horas son las que puedes estar expuesta con pacientes con Covid. La jornada de ellos es de 7 a 8 horas, pero dentro del área en la que están expuestos donde están los pacientes sólo están en promedio 6 a 6 horas y media.

Hay otros hospitales que son 8 horas dependiendo el contrato laboral que tengan.

"Me levanto siempre todos los días cansada, ha sido un cansancio crónico por más que duermas porque te despiertas leyendo artículos y ves que te llegan más artículos e información y no alcanzas a leer y me duermo siempre 2 de la mañana, despierto cada dos horas estoy despertando y pienso en coronavirus, ventiladores,en lo que me queda pendiente del paciente que vi, cualquier procedimiento que le voy hacer, tratamiento".

Todas las noches es insomnio o tomas algo o no duermes.

Te levantas cansada, no duermes, tienes que tomar algo, "no puedo comer porque o como algo muy leve como un plátano o medio vasito de agua porque como me voy a montar en el traje,sí desayuno me dan muchas ganas de ir al baño, por lo que no puedo ir al baño o no desayuno o algo leve como una poca de avena porque también me dan ganas de ir al baño y menos café porque también me dan ganas. Casi casi entro con algo que me de glucosa para aguantar las 6 a 7 horas que tengo que estar con el traje".

Desde que se ponen el traje no pueden comer, ni ir al baño porque entras a un área completamente desinfectada.

Te montas primero una protección abajo, luego el traje completo con los gogles, pero ya no te puedes tocar la cara, ni el cuerpo como tal, mucho menos comer e ir al baño.

Sí fueras al baño implica gastar un segundo traje, un segundo equipo que es material caro, como la mascarilla N95 que es cara y no hay, por lo que te tienes que aguantar las 6,7 horas.

Por ejemplo ayer mi enfermera se mareó, se tuvo que salir antes.Entramos dos a 3, aparte de lo que traigo de protección al ingreso, me pongo otra careta de protección. No comemos nada sino hasta que salimos.

Es más difícil esta, aunque la mortalidad por influenza es más alta, la siento esta del coronavirus más dura, tengo más años, tengo una hija. Antes no había tanta red social y ahora hay mucho desgaste de tanta información y tantas imágenes.

Dejó de lado a su hija pequeña y su marido por la atención a pacientes Covid-19, se le quiebra la voz, con un nudo en la garganta y con lágrimas rodando por su rostro con el daño en su piel por la mascarilla y los gogles que tiene que ponerse a diario.

Con su pequeña hija sólo tiene contacto a través de videollamadas y le ha dicho en su inocencia y en su deseo de que su mamá esté con ella " ¡no quiero que te mueras, ya no quiero que seas doctora!".

En entrevista con EL OCCIDENTAL la doctora Regina (no es su nombre real, pero nos pidió guardar su anonimato), médica urgencióloga de la Unidad Delgadillo Araujo de la Cruz Verde que se reconvirtió a Covid-19 , con las señales en su rostro de fatiga, de la piel afectada por los lentes especiales, pero con mucha convicción, amor a lo que realiza: salvar vidas y más en donde requieren de ella en tiempos de pandemia.



Lo haces por convicción porque "yo en lo personal, si yo no le entro, me voy a sentir peor no haberle entrado, porque se que pude haberlo hecho bien, porque me conozco y porque nunca me he echado para atrás, nunca me he rajado en este tipo de situaciones y aunque se que quiero muchisímo a mi hija, me preocupa. Mi mamá me apoyó, me dijo ¡tú no vas a renunciar!, ¡yo te voy apoyar, yo cuido a la niña y el tiempo que sea!".

Es muy pesado, lo admite con dolor porque el "hecho de ver a mi hija en videollamadas, un mes y medio y la niña llorando porque ya me quiere ver".

Se le quiebra la voz, con el nudo en la garganta y llanto contenido, que poco a poco va dejando que salga, "yo quiero que ya no seas doctora, pero lo único que le dije es que esto va a pasar y que así tiene que ser".

Doctora joven, con gran experiencia y trayectoria que al inicio de la contingencia sanitaria tuvo que elegir entre su familia y su deber como médica y escogió atender y salvar vidas porque sabe que la necesitan.

A su pequeña hija la llevó a su pueblo para que la cuidaran sus papás y sólo la comunicación es por videollamadas. Con su esposo, de origen extranjero reconoce hubo conflicto porque no entendía el tener que dejar a su familia, hoy ya lo entiende y la apoya, ya que le dijo ¡tienes que hacer lo que debes hacer!.

"Desde que empezó todo esto te empiezas a preparar económicamente, mentalmente, es algo complicado porque lo primero que te entra en la cabeza en lo personal ¡sí me voy a morir, la verdad a todos nos da un poco de temor, pero me da más temor pensar que puedo contagiar o que me pase algo y deje sola a mi hija, el hecho de yo fallecer no me da miedo, lo que si me da miedo que aunque mi hija tiene a su papá, sabemos no es lo mismo, el quedarse sin mamá".

La parte más difícil de toda esta pandemia es el desgaste emocional y cansancio físico.

"Yo viví la pandemia de influenza en 2009, estaba empezando la especialidad y no la viví igual porque no tenía hijos, estaba soltera y porque estaba joven tenía 10 años menos y era más entrona, tenía más fuerza, sin miedo, era diferente".

Hoy los miedos llegan, al tener una hija pequeña "todos los días es pensar esto se va a venir abajo, que mi hija se puede quedar sin mamá, que va a pasar, esa es la parte psicológica".

Porque poco a poco que va pasando la pandemia, "lo haces un poco más llevadero, empiezas poco a poco como adaptar esta realidad parcial".

Desde que sale de su casa, la mayoría de las veces como ni ella ni su esposo tienen familia en Guadalajara, él es extranjero y a su hija optó por mandarla a su pueblo con su mamá y todo este mes y medio ha sido lo más duro de tener que enviarla allá .

Aunque en esta semana se la trajo porque no tuvo contacto con pacientes, ya que dieron capacitación en el manejo de pacientes por Covid-19 a otras unidades médicas.

"Esta semana la niña está conmigo, o sea no tengo el estrés de una niña".

ES MÁS DURO AHORA QUE CON LA INFLUENZA

A pesar de que en el 2009, recuerda "tenía muchos pacientes pero podía dormir,ahora no, hay mucha red social,la gente está muy asustada, obviamente tiene mayor trasmisión el Covid, para mi influye mucho todo lo que tenemos en redes sociales, el desgaste, el amarillismo con lo que pasó en Italia, Ecuador".

No duerme bien y cuando logra conciliar el sueño lo hace con pesadillas:"yo he tenido pesadillas donde me despierto a medio pasillo me veo en la sala y mis compañeros me empiezan a decir que yo me veo angustiada y me dicen no sabes que hacerle, no supiste que hacerle y donde todos estamos paniqueados que no queremos que pase, donde tenemos que hacer la selección de pacientes de quien vive y quien muere".

A eso, aclara " no hemos llegado, Guadalajara está bien, estamos en todos lados públicos y privados y no estamos desbordados. Está funcionando, pero nos está condicionando a que sea más prolongado".

Agrega, ¡es como un sufrimiento lento! "ya no sabemos sí queremos que se nos vengan todos los pacientes y colapsemos y rápido salgamos pero eso implica más muertes, que pauta de maniobra, ahorita tenemos pauta de maniobra, tenemos chance de manejar bien los protocolos".

¿TÚ HIJA O EL HOSPITAL?...

Dio capacitación a otras unidades médicas y hospitales con el resto de compañeros " aunque no creas hay muchos médicos que se han bajado del barco, las mamás sobre yodo en el IMSS, ISSSTE que les dieron chance de pedir un permiso, hay incluso quien renunció, puso de frente la familia. A mi me condicionaron también en su momento o tú familia, tú hija o tú hospital porque la verdad mi marido tiene una empresa , es empresario, no le va mal, pero yo siempre me he dedicado a esto, yo no vengo de familia acomodada y a mi me costó mi carrera y se que es un sacrificio lo que estoy haciendo por mi hija, pero quienes estamos metidos, yo en lo personal le estoy perdiendo económicamente",manifestó.

Al principio, admite que con su marido cuando empezó todo fueron pleitos, porque "estábamos los dos sin entender lo que estaba pasando, como que lo veíamos muy lejos, pero cuando empezaron a darse los casos y le dije que el hospital se iba a reconvertir a puro Covid y me iba a quedar y al tomar la decisión de mandar a mi hija con mi mamá, que los primeros días fueron los más difíciles porque lloraba por mi hija, por lo que me dijo decide o tú hija y todo tranquilo y renuncias o el hospital y fue un día de pleitos, no entendía, y le dije es que no sé que hacer y hasta eso me ayudó, dentro del pleito me dijo ¡tienes que hacer lo que se debe hacer!.Y le dije pues sí ahí tienes toda la razón. Y me dice ¡o tu hija ahorita o el hospital!. Y respondí ¡el hospital! Es algo que tengo que hacer y no se si mi hija después me lo reclama, no se que pase".

Con la voz entrecortada por la emoción su pequeña hija le dice "¡no quiero que te mueras!."

"Como típico chiquillo milenials son muy listos

Yo hablo muy claro con ella respecto a la muerte, estoy metido en esto y ella me dice no quiero que me muera, y siempre le he dicho si yo falto obviamente tú vas a llorar, vas a estar triste, va a pasar , te vas a quedar con tu papi, pero trato de no estresarla con esos temas."

Con su marido fueron al principio problemas,cuando entendió que no lo iba a dejar "yo también le bajé a mi estrés, sí iba a llorar, que no me viera".

¡NO SABES SI VAS A ENTREGAR UN PACIENTE VIVO..!

De los primeros pacientes sospechosos son de los casos que le han marcado hasta ahora en la pandemia. Cuando llegan los pacientes "los metes primero como sospecha, no los metes confirmados,porque hay que tomar la prueba de PCR y se tarda el resultado entre 48 y 72 horas, entonces entran como un diagnóstico sospechoso".

Lo más duro ,es un joven de 20 años que llegó con una neumonía muy fea, "cuando le dices a la mamá, señora hasta aquí puede pasar usted, tienes que llevarte a su hijo que iba estable, conciente pero con una neumonía horrible , con medio pulmón infectado pero muy estable podía platicar el muchachito y cuando le dices a la mamá ¡hasta aquí puede pasar!, el hecho de decirle ya no puede abrazarlo,ya no puede tener un contacto con él, me decía ¡dejeme despedirme!, y lo que no sabes ¡si se va a despedir, pero en el fondo tú sabes como médico que no sabes sí lo vas a entregar o no lo vas a entregar!."

Inclusive , detalla,la señora aunque ya no lo podía abrazar, "la señora lo abrazó aunque no le dimos autorización y lo abrazó, lloró ,se le explicó que si su hijo requería intubación nos tenía que firmar, autorizar y de entrada se les dice a los familiares que sí llega a fallecer o sí llega a estar en terapia intensiva no puede haber visitas ni nada es como decir ¡entregas a su hijo pero no se si te lo voy a entregar vivo!, ya no lo podría volver a ver".

Si vivió afortunadamente el joven, "le fue muy bien, un pacientito sin factores de riesgo, con él la prueba clínica salió negativa, daban para una sospecha como positivo. Sale negativo porque la prueba en determinado tiempo ya empiezan a negativizarse. Lo vi esta semana y lo vuelvo a ver la próxima semana. Un paciente sin factores de riesgo, 20 años y con un pulmón como si hubiera fumado toda la vida, medio pulmón infectado, pero respondió muy bien".

HASTA 6 HORAS Y MEDIA CON EL TRAJE, MASCARILLA Y GOGLES

Es un traje molesto, de plástico, aunque tienen aire acondicionado, señala pero "te pones abajo un protector interno, un traje deshechable, encima te pones el plástico, los gogles, lo más desgastante es la parte frontal, la mascarilla que te hace presión a la nariz totalmente y al quitártela sales todo cortado y todo rojo, es la parte más difícil".

Todos tienen un horario normal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) te marca que determinada horas son las que puedes estar expuesta con pacientes con Covid. La jornada de ellos es de 7 a 8 horas, pero dentro del área en la que están expuestos donde están los pacientes sólo están en promedio 6 a 6 horas y media.

Hay otros hospitales que son 8 horas dependiendo el contrato laboral que tengan.

"Me levanto siempre todos los días cansada, ha sido un cansancio crónico por más que duermas porque te despiertas leyendo artículos y ves que te llegan más artículos e información y no alcanzas a leer y me duermo siempre 2 de la mañana, despierto cada dos horas estoy despertando y pienso en coronavirus, ventiladores,en lo que me queda pendiente del paciente que vi, cualquier procedimiento que le voy hacer, tratamiento".

Todas las noches es insomnio o tomas algo o no duermes.

Te levantas cansada, no duermes, tienes que tomar algo, "no puedo comer porque o como algo muy leve como un plátano o medio vasito de agua porque como me voy a montar en el traje,sí desayuno me dan muchas ganas de ir al baño, por lo que no puedo ir al baño o no desayuno o algo leve como una poca de avena porque también me dan ganas de ir al baño y menos café porque también me dan ganas. Casi casi entro con algo que me de glucosa para aguantar las 6 a 7 horas que tengo que estar con el traje".

Desde que se ponen el traje no pueden comer, ni ir al baño porque entras a un área completamente desinfectada.

Te montas primero una protección abajo, luego el traje completo con los gogles, pero ya no te puedes tocar la cara, ni el cuerpo como tal, mucho menos comer e ir al baño.

Sí fueras al baño implica gastar un segundo traje, un segundo equipo que es material caro, como la mascarilla N95 que es cara y no hay, por lo que te tienes que aguantar las 6,7 horas.

Por ejemplo ayer mi enfermera se mareó, se tuvo que salir antes.Entramos dos a 3, aparte de lo que traigo de protección al ingreso, me pongo otra careta de protección. No comemos nada sino hasta que salimos.

Es más difícil esta, aunque la mortalidad por influenza es más alta, la siento esta del coronavirus más dura, tengo más años, tengo una hija. Antes no había tanta red social y ahora hay mucho desgaste de tanta información y tantas imágenes.

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