Se paraliza la ciudad, a casi un 50%. El turismo es escaso y mientras el comercio cae en un receso, los prestadores de servicios especializados no tienen ni para comer. “Un viajecito, fue lo que me salió en un día”, dice el chofer de una calandria; mientras que el tráfico en las calles es ágil -aún con todo y obras- y el momento nos pinta una Zona Metropolitana de Guadalajara de “vacaciones”, como cualquier día de Semana Santa, aunque menos gente en las calles.
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A decir de las autoridades todo es consecuencia de que la gente está tomando la batuta y tras suspender las clases, ha resuelto irse a sus casas. Salen y compran víveres, pero respetan aquello de aislarse.
Tiendas de autoservicio ya aplican medidas para evitar hacinamientos, no permiten las largas filas y si las hay, se cuida que las personas permanezcan formadas con metro y medio de distancia.
Se ven menos personas en la calle y menos en los parques, algunos no han obedecido la restricción y por momentos hacen oídos sordos a que “no son vacaciones”. Salen a correr.
En la despensa
Alguien tiene que salir a comprar que comer y aunque las largas filas se acabaron, los anaqueles no han sido resurtidos; Ángel, gerente de una tienda, explica que “bajó también el transporte de carga, han ampliado los ciclos para surtir y de plano algunos productos, como desinfectantes, cloro y otros, tardarán en llegar”.
Las amas de casa batallan, más aún cuando pretenden llevar algunos productos no perecederos y de preferencia enlatados. “No sabemos cuándo vaya a terminar esto, por eso hay que llevar para guardar”, advierte Claudia, ama de casa, madre de dos pequeños.
Para Rodrigo, encargado de una tienda de abarrotes, “la gente está asustada, vienen y se llevan comida, leche, pan, algo de comida en lata”; pero ¿por qué asustados?, “mire, vea el refrigerador, la cerveza está intacta, prefieren llevar que comer a qué beber y muchos me dicen que es porque no hay dinero y lo poco que hay es precisamente para comida”.
En el transporte
Mientras que choferes de taxi y de transporte de plataforma aseguran que el número de usuarios ha bajado entre un 50 y un 60%, en camiones, Macrobús o tren ligero, aseguran que desde que todos los estudiantes dejaron las clases en las aulas, la disminución fue de un 30 a 40%.
El tráfico vehicular también ha bajado aproximadamente a la mitad, señala una policía vial que confirmó que por momentos algunas calles y avenidas son irreconocibles, sin ningún vehículo circulando. Detalló que la llamada “zona de las escuelas” por el rumbo del CUCEI de Boulevard Tlaquepaque y en Chapalita, donde también existen varios Colegios, son los ejemplos más claros.
En los servicios
También se han reducido los servicios, mientras que dependencias como INFONAVIT y Secretaría de Relaciones Exteriores lucen abarrotadas, ambas dependen del Gobierno Federal, por otro lado, en la Secretaría del Transporte solo se recibe a aspirantes a licencia de conducir con cita previa.
En otras áreas como SIAPA y recaudadoras se ha reducido el número de personal y se atiende a pequeños grupos, mientras que otros permanecen en el exterior, en espera de su turno, esto para evitar el hacinamiento que puede llegar a afectar tanto a empleados del sitio como a usuarios.
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