Para ellas este Día de las Madres será diferente, lejos de sus seres queridos, de luchar día a día para evitar contagiarse y ser responsables de no contagiar de Covid-19. Es poner primero su responsabilidad como doctora, enfermera, policía, trabajadora social, periodistas, madres de hijos con alguna discapacidad, paramédicos, maestras, ya que varias de ellas están en la primera línea en la atención de pacientes por coronavirus.

También están quienes no descansan en la búsqueda de sus hijas e hijos desaparecidos. Quienes están en los asilos, olvidadas por sus hijos y familiares y que el encierro dentro del confinamiento ha sido más duro y difícil.

Ya sea por videollamadas, una sonrisa, un mensaje vía celular es con lo que se conforman por hoy.

Sin embargo en entrevista con El Occidental, nos manifestaron que este confinamiento les enseñó a valorar lo que tienen, a conocer a sus hijos, ser tolerantes y sobre todo a conocer su fortaleza interior.

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Este domingo no será igual, no tendrán la comida, desayuno, las flores, la serenata con mariachi o el convivio familiar, este Día de las Madres será otro día de encierro de cumplir con el #QuédateEnCasa.

Sus virtudes crecieron que ante loa vaivenes de emociones de sus hijos e hijas, nietos por la cuarentena han tenido que ser amigas, enfermeras, psicólogas, maestras que están con la palabra amable, de aliento, ¿por qué no? El regaño. También se cansan, son intolerantes, pero a ellas les toca ser las fuertes, ¡son mamás heroínas!

Están quienes se quiebran y lloran durante la entrevista con El Occidental -no ante sus hijos e hijas, para ellos es su imagen de fortaleza, cariño, seguridad- porque como policía cita Laura, de una corporación municipal está en contacto con la gente y tiene miedo de que la contagien y ella contagiar a sus hijos de 6 y 4 años "tengo miedo, pero es mi trabajo hacerlo lo mejor posible en esta pandemia", declara.

Mi vida ya no será normal e igual: Patricia Saavedra

Patricia Saavedra es trabajadora social y reconoce que la invade el miedo y la incertidumbre, pero debe salir adelante.

El confinamiento, agrega: "Me ha hecho valorar las cosas más sencillas que era salir de mi casa a mis actividades que yo renegaba del tiempo, del tráfico, de la prisa y hoy se ha vuelto un protocolo desde salir de mi casa, regresar, cuidarme, tener miedo, incertidumbre económica y laboral. Esta cuarentena me ha permitido valorar lo que tengo y darme cuenta que mi planeta se desintoxicó de la parte humana e irresponsable en el medio ambiente.

"Mi vida ya no será normal, regresará de forma paulatina y quiero que deje huella en mí en donde estaba situada, que cosas descuide, no había valorado, la familia y mi persona y que frágil soy ante los cambios".

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Señaló: "He tenido que hacer cambios importantes en mi vida como mamá. Para mí, el tener a mi hija de tiempo completo en casa, la responsabilidad que lleve de manera adecuada la toma de sus clases virtuales, mi hija es inquieta tiene 11 años y para ella había sido al principio '¡qué padre, vacaciones!' Y estar viendo televisión, películas, computadora, celular, que fue un problema y creció con el paso de los días porque quería estar la mayor parte del tiempo en redes sociales".

El poder dividirse, ha sido un reto "ya que soy trabajadora social y hago estudios socioeconómicos laborales y mi rutina era que mientras estaba en la escuela yo trabajaba y llegar en la tarde comer con ella y tener vigilancia y ahora el salir a trabajar y coordinar esta parte con ella ha sido complicado y ha llegado la neurosis, mi hija está harta, extraña a sus compañeras, ha pasado por diversas emociones, nostálgica... extraña a su escuela porque va a cambiar de ciclo, está con la incertidumbre de si regresará a su salón de clases y si tendrá graduación de sexto año".

Como mamá que trabaja es preocupante, aunque toma medidas preventivas, de correr el riesgo de que la contagien y contagiar. Por ello como "abuela de un bebé de 8 meses que tengo más de un mes que no lo veo y que tampoco visito a mi mamá".

Conocer a mis hijos: Haremy

Haremy es madre de un pequeño con Trastorno del Espectro Autista.

"Este encierro se me ha hecho complicado, pero me he dado cuenta de varios aspectos de mis hijos que no conocía tanto, antes cada quien estábamos en nuestras actividades, trabajo, los niños en la escuela y en las tardes las tareas, pero no es lo mismo estar observando cómo socialmente se comportan. El conocerlos más, quererlos más", manifestó.

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Esta cuarentena ha sido todo un reto, en ocasiones difícil, pero que la ha ayudado a conocer a sus hijos.

En cuanto a su hijo con trastorno del espectro autista, detalló: "Este tipo de niños son antisociales, no les gusta tanto la convivencia con las personas, por eso a él, el aislamiento social no le ha afectado tanto".

En lo que sí, añadió que le ha perjudicado es en sus rutinas.

"Este tipo de niños son muy estructurados, se despiertan a una hora, a tal hora desayunan, a tal hora la escuela, a tal hora la comida. Si los sacas de su rutina eso los altera mucho y les causa mucha ansiedad", agregó.

"Mi hijo se siente enojado, agresivo, pero por ejemplo sus horarios de sueño están totalmente al revés, ya prefiere dormir en el día y en la noche tiene insomnio y le estamos batallando con eso. Su psicóloga me recomendó una meditación asistida que le ayuda a reducir esta ansiedad. Cada mamá hacemos diferente estrategia", refirió.

EN EL CAMPO DE BATALLA

Están los casos de médicas, enfermeras que están en el campo de batalla en la atención con pacientes con Covid-19 que extreman a diario sus precauciones. Viven a diario la lucha de los enfermos por salir de la enfermedad y de ser un puente de comprensión con sus familiares. A sus hijos han tenido que ponerlos en segundo plano para cumplir con su responsabilidad, aunque en su corazón están en ¡primer lugar!

Son ¡heroínas!

#QuédateEnCasa