“Si no hay libertad de expresión, no hay democracia..”, sentenció el escritor Mario Vargas Llosa, quien puso como ejemplo de ello a los países de Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora Perú, “que profesan el nuevo socialismo del siglo 21” y que parecen no haberse enterado que el socialismo ha desaparecido en el mundo.
Esto lo dijo durante la inauguración del foro “Los Desafíos de la Libertad de Expresión, Hoy”, donde participan periodistas, líderes de opinión académicos e intelectuales de ideas diversas.
Mario Vargas Llosa, que hoy radica en España, destacó los fracasos del socialismo que buscaba igualdad y prosperidad, en este encuentro donde le dio la bienvenida el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, quien destacó eventos como éste porque “en México, en Jalisco, en Guadalajara, en esta universidad no solo tenemos derecho, sino estamos obligados a discutir, a expresar nuestra opinión y escuchar las de los demás, por divergentes que sean de cualquier conocimiento hasta ahora establecido, de cualquier autor o corriente teórica, de cualquier autoridad o cualquier nivel de gobierno”.
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Ricardo Villanueva destacó que México es una democracia, pero no de calidad, y un país de libertades, pero esa libertad no es igual para todos.
“La democracia supone una constitución y un estado de derecho, elecciones libres y confiables, un sistema de partidos, separación de poderes, autonomía de niveles de gobierno, una autonomía de las universidades públicas, una sociedad civil organizada, medios de comunicación que actúan bajo un marco jurídico que garantizan su independencia. Hasta aquí parece que México tiene todo esto”, expresó Villanueva Lomelí,.
Luego precisó que para una democracia de calidad “supone un óptimo nivel cultural y educativo, un sistema de impartición de justicia imparcial y eficaz, órganos autónomos blindados de la intromisión gubernamental, partidos que ejerzan el gobierno y la oposición desde una política con madurez, un verdadero sistema de pesos y contra pesos que obliguen a la adecuada rendición de cuentas, una sociedad civil y medios de comunicación que gocen de un clima político de libertad para ejercer sus funciones y cuyo señalamientos son discutidos con cifras, argumentos, con espíritu republicano y atendidos por el poder, México por desgracia no tiene a cabalidad todo esto”.
Vargas Llosa, dirigente de la Fundación de la Libertad organizadora del evento, abonó insistiendo en que la libertad de expresión es la mejor medida para ver si un país es democrático: “Si hay libertad de expresión, hay democracia, pero si no hay libertad de expresión no hay democracia”. Insistió en que “esto es claro y válido para todos los países del mundo”.
Comentó que América Latina ha padecido la falta la libertad de expresión desde la Santa Inquisición, luego en la época de dependencia y ahora otros países la están recortando, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora Perú, “que va acercándose poco a poco, a partir de unas elecciones fraudulentas, “a ese grupo de países que proclaman el socialismo del siglo XXI como la fórmula que nos arrancará del desarrollo”.
Dijo que quienes profesan esa doctrina no se han enterado de que ya no hay países socialistas en el mundo salvo Corea del Norte, algunos de África y en América Latina, pero la gran mayoría han fracasado, como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y China Comunista.
Convocó entonces a que “todos los que defendemos a la democracia, salgamos a hablar, a defenderla con razones y a convencer a nuestros compatriotas de la importancia que tiene la libertad si queremos, entre otras cosas, prosperar”.
Terminó con la sentencia de que “la libertad de expresión es el primer impulso para que un país se democratice”.
