Primera parte
Dulce nunca pensó que al abrir la puerta de su casa sería encañonada. Regresaba del trabajo en el puesto de cena que tiene desde hace dos décadas y pensaba sentarse a descansar en la sala de la casa, cuando de pronto sería testigo de los golpes que recibía su esposo.
Altos, fornidos, vestidos con camisa negra, pantalón de mezclilla y gorras, fue la descripción que alcanzó a hacer de los sujetos que ingresaron aquel viernes a su casa para arrinconarle primero la mirada y luego paralizarle el alma con una pistola.
Las horas fueron eternas. Dulce, aquella noche, sufrió la pesadilla de imaginar que no amanecería para ver a sus hijos y nietos…
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Tan sólo unos días después, su vecina, Mónica, repitió exactamente el mismo calvario al ser agredida en su domicilio por un grupo de individuos en otro asalto a mano armada: “No me imaginé que viviría algo así, nunca creí que a nosotros nos pasaría. Supe lo de Dulce y me lamenté de lo ocurrido, no la conozco bien, solo sé que vende cena”, recuerda Mónica, quien fue atacada mientras aguardaba la llegada de sus hijos.
Para ambas mujeres y sus familias, el olvido y la justicia no han llegado. Ellas vivieron un episodio violento en el interior de sus casas, les robaron dinero, joyas y aparatos electrodomésticos, mientras que a otros vecinos les han quitado su dinero, celulares, ropa y zapatos en su propia comunidad.
En cinco años se han cometido en Jalisco 27 mil 828 robos a casa-habitación, esto es unas 15 familias diariamente fueron víctimas de este delito patrimonial.
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De acuerdo con estadísticas oficiales, el robo a personas del 2013 al 2017 acumuló 20 mil 336 asaltos, lo que significa que en las calles de la cuarta entidad federativa más poblada del país, se cometieron 11 asaltos diarios.
Según datos del Programa Seguridad Map de la Fiscalía General del Estado, en 2013, el primer año del actual sexenio ocurrieron siete mil 817 delitos; en 2014 hubo una disminución del 35% con dos mil 897 averiguaciones previas; en 2015 y 2016 se registró una baja de 30% con dos mil 344 y dos mil 306 carpetas de investigación respectivamente; sin embargo en el 2017 aumentó en comparación con los años previos 65% con cinco mil 62 casos.
Los robos con violencia a peatones, negocios, casa-habitación y vehículos en las colonias de los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara, se han agudizado, de acuerdo con la percepción de los vecinos.
500 colonias de Guadalajara que habitan un millón 460 mil 148 personas, tuvieron lugar 59 mil 559 delitos.
36 mil 660 agresiones ocurrieron en Zapopan, con un millón 332 mil 272 habitantes en cerca de mil colonias.
Vecinos denuncian la tardanza de elementos de seguridad para llegar al lugar donde se comete el delito y además enfrentan la burocracia para poder presentar la denuncia en la Fiscalía General del Estado e incluso son intimidados para evitar que prosigan con la acusación.
Se han armado en algunas colonias con palos y piedras para inhibir los asaltos en la vía pública y robos a casas-habitación. Tan sólo en el 2017 a través de las redes sociales se dio cuenta de al menos veinte episodios -casi dos por mes- donde vecinos golpearon y detuvieron a presuntos asaltantes. A nivel nacional se han suscitado linchamientos: en Querétaro, cuatro presuntos delincuentes fueron sorprendidos mientras intentaban robar y recibieron golpes por parte de vecinos; una persona en la Ciudad de México fue atrapada por vecinos, quienes lo amarraron en un poste de alumbrado público y lo golpearon.
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Aquí, en Tabachines, Zapopan, vecinos le dieron una paliza a un individuo que intentaba robar una casa. En Tonalá, vecinos fueron detenidos al intentar linchar a un sujeto, señalado de cometer robos a casa-habitación. En Guadalajara, en una de las colonias, a la Policía les dejaron a un sujeto golpeado y amarrado a un poste con un letrero con la leyenda: “Por pinche rata”, y en la colonia Dionisio Rodríguez y la Calle 36, un hombre fue baleado en una pierna y golpeado tras asaltar a dos mujeres.
Ante el fracaso de la autoridad para inhibir las denuncias, una justicia burocrática y la desconfianza social ante los cuerpos policiacos, en decenas de colonias se ha armado una auténtica insurgencia.
Los vecinos, ahora, se organizan e invierten en su seguridad, han colocado mantas, lonas, cámaras de vigilancia, botones de alerta, silbatos y hay mayor comunicación comunitaria a través de las redes sociales Facebook, WhatsApp y Twitter. Los vecinos comienzan a ser vigilantes de su comunidad.
Con estos elementos físicos en viviendas, fraccionamientos, cotos, edificios departamentales, los ciudadanos lanzan un llamado de advertencia a quien intente cometer algún tipo de delito patrimonial.
Recuperar la seguridad de la colonia
“No nos están protegiendo, somos nosotros los que tenemos que generar mecanismos de protección ya estamos cansados de que sólo se quede en una llamada nuestra denuncia o en un simple papel” Juan, vecino.
De acuerdo con la asesora de la carrera Seguridad Ciudadana de la Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara, Alma Angélica Retano Pelayo, están lanzando un llamado para vivir tranquilos y en paz.
“Alejados de generar violencia, esas pancartas nos invita a acompañarlos, nos invitan a dialogar, nos invitan a comprender cada fenómeno de cada comunidad, cada comunidad es completamente diferente y los fenómenos de inseguridad en consecuencia son diferentes”, apunta.
La investigadora menciona que se requiere de una estrategia diferenciada de intervención y de acompañamiento comunitario, por un lado, realizar un diagnóstico, comprender el fenómeno de la inseguridad de cada colonia y tener una gestión integral para disminuir los factores de riesgo que lastiman a los vecinos.
“Comprender de manera diferenciada qué es lo que sucede en cada comunidad en donde se han disparado los delitos, principalmente los patrimoniales”, explica.
Los letreros instalados en las esquinas y en las casas rezan diversas advertencias: “Vecinos en alerta”, “Te estamos vigilando, si te cachamos robando ¡te linchamos!, alarma vecinos San Onofre”, “Alto a la delincuencia, zona protegida. Alerta”.
“Vecinos en alerta, te estamos grabando”, “Vecinos en Chapultepec Country nos unimos para actuar, fuera delincuentes y rateros, peligro a ser linchados”, “Ni te atrevas, estamos armados”.
Por si fuera poco, los vecinos han tomado las calles para hacer rondines nocturnos, y estar vigilando y reportando a través de las redes sociales la situación del momento de la zona.
Juan es vecino de la colonia Blanco y Cuéllar en Guadalajara. El año pasado se abrieron 115 carpetas de investigación por el delito de robo clasificados en la siguiente categoría: 53 vehículos particulares e interiores, 23 a negocios, 11 por robo a cuenta habientes, 10 a motocicletas y un número similar de personas asaltadas.
El propio Juan fue asaltado en la vía pública y, molesto porque no trascendió su denuncia.
Como este vecino que fue asaltado en la vía pública a unas cuadras de su casa, robándole su celular y su dinero en la Perla Tapatía, los casos de Dulce y Mónica de la colonia División del Norte en Zapopan donde hubo 26 robos diversos, cinco a casa habitación, en las más de mil colonias de ambos municipios comenzó la organización vecinal, misma que se extiende a otras zonas populares y de nivel medio y alto.
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