Porque un día antes sacaron un dinerito extra en su negocio de fletes y mudanzas, las señoras Aracely y Mari se pusieron este jueves en la mañana en un oxxo de Urbi Quinta, en el municipio de Tonalá, a obsequiar comida casera a quien así lo requiriera.
Con cinco cazuelas con varios guisos, tacos dorados y agua fresca, colocada en la parte trasera de su camioneta de trabajo, doña Mari y Aracely buscaron mitigar un poco la crisis que muchas familias o madres jefas de casa padecen en la actualidad, al haberse quedado sin empleos por la actual emergencia sanitaria que se vive por coronavirus.
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"Soy mamá de cinco hijos y entiendo la situación de mucha gente, hemos visto muchas publicaciones sobre muchas mamás que tienen niños y no tienen qué comer. Vimos que a varios se les cayó el trabajo aquí en Urbi, por eso mi compañera y yo decidimos que, con lo que juntamos del trabajo de ayer, hiciéramos donación de comida ahora, traer como un comedor", platicó para El Occidental, Aracely Sepúlveda.
Si bien reconoció que no bajó mucha gente al inicio, razón por la cual se movieron dentro de la misma zona para que más personas se acercaran, Aracely refirió que tienen la intención de traer nuevamente este comedor el próximo jueves.
Al entender la situación de crisis que se vive, pues muchos trabajan y viven al día, la intención es que más personas se enteren de sus acciones para que con confianza se acerquen para mitigar un poco el impacto negativo de la necesidad.
"Nos da pena porque son muchas señoras con niños, y desgraciadamente con esta enfermedad pues se les acabó su trabajo a la mayoría, que son las ama de casa que hacen aseo en las casas de aquí de Urbi, o que andan juntando bote. Por eso si bajan se les sirven lo que quieran para los que gusten echarse un taquito".
En tanto puedan seguir trabajando, haciendo fletes, mudanzas o retiro de escombros, Aracely con dos de sus hijas, y su compañera Mari seguirán con sus labores, esperando poder encontrar mejores panoramas para seguir ayudando tanto como puedan.
"Tengo mi camioneta y en esa nos movemos desde hace tres años. Por eso, si nos va bien y Dios nos favorece, que nos manden uno o dos viajes entre semana, el próximo jueves nos pondremos por la zona a repartir comida. Qué no tengan pena, todos necesitamos de lo mismo; si nos unimos como pueblo, habrá menos personas con hambre".
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