Marisol y Carlos Silva son hermanos, nacidos en Guadalajara, fundadores de Piel Chinita, una empresa dedicada a la elaboración de cápsulas de voz para que las personas expresen sus sentimientos a familiares, amigos o pareja.
Todo comenzó hace tres años, tras perder a un buen amigo y escuchar a la familia del joven fallecido lamentar que no iban a volver a verlo, ni escuchar su voz, relata Marisol, quien entró en crisis al imaginar ser ella la que perdiera a su hermano.
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“En ese momento me sentí muy frustrada de no poderle decir que yo tenía un video o algún contenido para calmar su dolor y la otra, porque tengo a mi hermano Carlos, que solo somos él y yo, y pensé que, si me pasaba eso a mí, yo tampoco tenía a mi hermano diciéndome mi nombre, ni que me ama, ni lo que he representado en su vida y no estoy preparada para que se vaya. Me acerqué a Carlos y le dije ‘necesito que me grabes diciéndote que te amo y luego yo te grabo diciéndomelo a mí’ y ahí nació Piel Chinita”.
Para lograr la cápsula, realizan entrevista con la persona que desea grabar un mensaje y a través de editores ordenan las respuestas, armando una emotiva carta “para que el cliente diga ‘si me voy, ya dije lo que tenía que decir”.
Ambos hermanos se sienten satisfechos con el trabajo que han realizado, sobre todo en la pandemia, que para ellos detonó a su empresa, pues ahora es 22 veces más grande que en sus inicios y han vendido más de 12 mil cápsulas de voz, algunas de ellas incluso en Alemania, Hong Kong, Canadá, Chile y Colombia.
“Había muchas personas con más consciencia de dejar mensajes importantes y aunque no todos los mensajes son de despedida o de muerte, vendemos también para cumpleaños, aniversarios, pedidas de mano, compromisos y hasta para divorcios, es como un regalo para la celebración de algo”, agregó Carlos Silva.
Esas más de 12 mil cápsulas de voz han representado realizar alrededor de 50 mil entrevistas, porque en muchas de ellas son varios los participantes y eso implicó la contratación de 30 colaboradores en la empresa, donde además de los hermanos Silva, el esposo de Marisol también es socio.
Cada cápsula de voz puede durar entre seis y diez minutos y los precios varían de acuerdo al dispositivo en que se entregan y va de 900 hasta 2 mil 500 pesos, con una voz, pero si las personas interesadas desean agregar más voces, cuesta 100 pesos extra.