Si bien apoyar al sector cultural y científico es crucial para el desarrollo del país, una Ley de Mecenazgo no es viable por el discurso actual de austeridad, por ello, será crucial implementar medidas alternas como una ley de economía o industrias creativas, refirió el diputado federal Sergio Mayer.
Como parte del Coloquio de Políticas Culturales que se llevó a cabo en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL), autoridades y expertos en el ámbito cultural del país hablaron sobre el marco legal del mecenazgo y cómo puede o no ser viable en el país.
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Por su parte, el presidente de la Comisión de Cultura, en el Congreso de la Unión, Serio Mayer, habló sobre las alternativas en las que se trabajan para lograr un apoyo más sustancial al ámbito cultural y científico a fin de evitar la fuga de talentos.
"Estamos convencidos que podemos presentar un nuevo esquema de financiamiento cultural. Es crear una nueva Ley de Economía Creativa que contemple un esquema de financiamiento privado al sector cultural. Proponemos un nuevo paradigma de reconocimiento de las empresas culturales y creativas; simplemente se trata de fomentar la competitividad, la sustentabilidad y el desarrollo de las industrias culturales mexicanas en el ámbito local, regional y nacional".
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Tras reconocer una severa afectación a estos sectores, rezagados desde siempre en todos los aspectos del ámbito público, por su parte Sergio Ramírez, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Educación, Cultura y Sociedad, habló de un "mundo ideal" en donde el Estado o las autoridades en general deberían encargarse de apoyar y fomentar a este sector, aunque sin dejar de entender que el panorama es difícil y como tal se debe trabajar para cambiar la realidad.
El director General de Promoción y festivales de la Secretaría de Cultura, Pablo Raphel de la Madrid, pugnó porque se entienda que no es que se debe llevar la cultura a cada rincón del país, sino que se deben buscar formas para suscitar que la cultura de cada uno de estos rincones encuentre mecanismos de salida.
"Al Estado le toca hacer dos cosas: la primera tiene que ver con la redistribución de la riqueza cultural. En México hemos sabido construir la oferta cultural, pero la tarea es ver cómo esa producción cultural encuentra una mejor distribución en el país. La otra cosa es colocar a la política cultural en el centro de la política de desarrollo, nunca más con una visión periférica".
Desde la iniciativa privada, Margarita Jenkins, integrante de la Fundación Jenkins, recalcó la importancia de este tipo de organismos en el país, al reconocer que por más voluntad que haya el Gobierno no puede sólo para impulsar al sector. Dijo esperar que fundaciones como las que representa continúen con fuerza en México, en un trabajo dual con autoridades, a fin de desmitificar o erradicar los estigmas que hay en los temas de cultura y así darle la importancia que de verdad tienen.
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