Una nueva clasificación de las denuncias sobre personas desaparecidas generó un “recorte” de un solo tajo de más de cinco mil personas a las siete mil 504 que se tenían reportadas como desaparecidas.
Califican sarcásticamente como una medida “mágica” y otros como que se quiso matizar lo que es un número de escándalo.
Es el propio gobernador Enrique Alfaro, quien el 8 de abril y apenas el miércoles 3 de junio ha reconocido que hace tres meses había siete mil 717 desaparecidos y hace dos días que ya eran siete mil 504.
Sin embargo, el Sistema de Investigación sobre Víctimas de Desaparición (SISOVID) tiene otras cifras o lo que es mejor dicho otra clasificación donde -explica- “según la ley”, obviamente no dice cuál, se le nombra Persona Desaparecida: a la persona cuyo paradero se desconoce y se presuma, a partir de cualquier indicio, que su ausencia se relaciona con la comisión de un delito.
Y Persona No Localizada: a la persona cuya ubicación es desconocida y que de acuerdo con la información que se reporte a la autoridad, su ausencia no se relaciona con la probable comisión de algún delito.
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Bajo esos conceptos al 31 de mayo van mil 595 personas que fueron localizadas por la autoridad.
Pero en cuanto a “personas desaparecidas” solo son mil 752 y no localizadas cinco mil 752.
Las ONG’s piensan que son lo mismo, que estamos hablando de siete mil 504 -el gran total- y que entre las “no localizadas” la realidad es que la autoridad no ha hecho su trabajo o que la desaparición fue explícitamente maquinada para no dejar rastro.