Se cumplen ya ocho años de la disputa de un emblemático hotel, escenario de múltiples historias, que se erige en el Centro de Guadalajara: El Hotel Morales. Amparos, órdenes de aprehensión, juicios civiles, familiares y penales son parte de la última docena de años.
Chécalo:
Los hermanos Gerardo y José Luis Aviña alegan ser los legítimos herederos y son los que han navegado contra todo para llegar hasta las últimas consecuencias, que incluyen la confesional de un notario público que reconoció que nunca acreditó el carácter de quienes se presentaron a vender, en ese supuesto contrato de compra venta hecho por todos, pero nadie de la familia Aviña.
De acuerdo a la averiguación previa 4152/2012 el Juez Cuarto de lo familiar les adjudicó con fecha 15 de diciembre de 2008 en mancomún un 30 por ciento de la propiedad denominada hotel Morales, situado en los números 170 y 200 de la calle Prisciliano Sánchez al cruce con Ramón Corona.
Sin embargo, con fecha de 19 de marzo se supone que fue autorizado por el Notario Público número 122 se llevó a cabo una transmisión de dominio a favor de una sociedad anónima denominada Perla Tapatía.
La acción, a decir de los quejosos, fue llevada a cabo y protocolizada, a pesar de que la persona nunca acreditó motivo ni aportó documento legal alguno para sustentar su dicho en relación a su derecho de propiedad y personalidad sobre la finca señalada.
Desde el 2012 para ambos ha sido un ir y un venir con este proceso, están pendientes un juzgado Civil en el Juzgado Quinto Civil, hay un juicio sucesorio en el Juzgado Quinto de lo familiar, además está el proceso en contra de dos de los más de 20 acusados -integrantes todos de la sociedad Anónima-, a quienes se les dictó orden de aprehensión y en este caso está por resolverse la apelación de este proceso, este día en la sala Primera del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco.
Y mientras tanto el hotel Morales sigue en espera de su destino.