Aunque con los videojuegos se pueden mejorar habilidades motrices y aspectos de la personalidad, como la resiliencia, se llegan a tener algunas afectaciones en manos, ojos, de tipo mental y puede detonar en epilepsia.
En el marco del Día Mundial del Gamer, el jefe de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ramón Iván de Dios Pérez advierte que las principales afectaciones son la inflamación de los tendones de las manos, infección y sequedad ocular, así como cuadros de estrés y deshidratación.
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Alertó que estos daños podrían requerir atención médica, luego de utilizar videojuegos por tiempos prolongados, por lo que es necesaria la supervisión adulta cuando se trata de niños y adolescentes, ya que es posible prevenirlas y reorientar el uso para obtener efectos positivos.
“No debemos satanizarlos, pero sí tener en cuenta sus aspectos positivos y negativos. Los videojuegos ayudan a ampliar las habilidades motrices, a mejorar la capacidad de respuesta y a desarrollar el pensamiento lateral, es decir, las personas aprenden a enfocarse en las soluciones y no en el problema. También hay mayor resiliencia”.
Asimismo señaló que, entre los aspectos negativos, es el tipo de iluminación que se utiliza en las consolas el que puede detonar la epilepsia fotosensible en algunos pacientes, en estos casos, es necesario que los adultos tomen precauciones y consulten con un especialista.
Otros aspectos a considerar, prosiguió, son la clasificación de los juegos, las comunidades con las que los jóvenes se suelen comunicar en tiempo real y el costo económico de conseguir algunos beneficios dentro del juego.
Reiteró que todo debe ser supervisado por un adulto, quien constata que el contenido sea apropiado para el grupo de edad del menor, que no se genere ningún tipo de violencia o abuso por parte de otros jugadores y que los gastos se lleven a cabo de acuerdo con un presupuesto asignado previamente.
“Los juegos en línea son muy populares entre quienes tienen de 11 a 17 años de edad; la recomendación es que los papás siempre estén supervisando que no haya lenguaje peyorativo y que no haya situaciones que afecten la autoestima del menor, que se proteja su seguridad porque están en una etapa venerable”, aconsejó De Dios Pérez.
Entre las recomendaciones es tener un descanso de al menos cinco o 10 minutos por cada 90 minutos continuos de juego, restringir el uso de los videojuegos a algunas horas durante el día y que el menor aprenda otras habilidades al lado de su familia.