/ domingo 16 de agosto de 2020

Ropa usada y de paca, del gusto de los tapatíos

“Le tiangué”, “TianGucci”, “Andares-cogiendo”, son parte de los nombres que utilizan quienes acostumbran visitar tianguis

“Le tiangué”, para que suene como francés, “TianGucci”, en referencia a una prestigiosa marca de ropa o “Andares-cogiendo”, son parte de los nombres que utilizan quienes acostumbran visitar tianguis de ropa de paca o usada, un mercado que en Guadalajara se expandió y cada vez tiene más presencia.

Sus clientes, la mayoría mujeres, recorren puestos donde las prendas usadas van desde los 5 pesos, pero también hay “montones” de mejor calidad, con prendas en su mayoría nuevas y de marcas conocidas, entre 150 y 200 pesos.

Solo en la capital jalisciense hay tianguis donde prácticamente la mitad de sus puestos se dedican a ese giro, como el de Mezquitán, que cuenta con 63 puestos de ropa usada y 69 de ropa nueva, de un total de 143 puestos registrados en el padrón municipal, mientras que El Baratillo, de los casi 10 mil puestos que tiene y lo convierten en el tianguis más grande de Latinoamérica, registra 193 puestos de ropa de paca o usada.

“En la paca yo compro mucha de la ropa que usamos mis hijos y yo. A mi esposo casi no le compro, pero cuando él tiene chance de acompañarme, también escoge camisetas o sudaderas”, explicó Lourdes, profesionista que acude con regularidad los martes al tianguis de Mezquitán, ubicado frente al panteón del mismo nombre.

Como Lourdes, los clientes de ese tipo de mercancía tienen ya identificados los puestos donde pueden encontrar prendas de su agrado, nuevas o usadas y en más de una ocasión se han “jaloneado” ropa con otras personas mientras se abre una paca, dijo Humberto, vendedor de ropa de paca en distintos tianguis de la ciudad, donde le ha tocado ser “réferi” de riñas entre personas que quieren ganar una u otra prenda.

También en los años que lleva vendiendo, ha visto personas que madrugan para ser las primeras cuando abran la paca y con los clientes ya identificados, siempre son más “bondadosos”, pues a la hora de ir sacando prendas le dan prioridad a los que ya conocen.

Chécalo:

La mercancía se divide en cuatro categorías, desde la primera, que es ropa de outlet de Estados Unidos y por lo general lleva etiqueta y es de marcas conocidas, hasta la de cuarta, usada, generalmente vieja y que va de tianguis en tianguis, en montones donde se anuncian como de oferta por 5 pesos.

Sin embargo, sobre la procedencia de esa ropa poca gente pregunta, dijo Dolores Cortés, coordinadora de la Licenciatura en Diseño de Indumentaria y Moda del ITESO, quien explicó que las prendas llegan a México como “tela picada o trapos”, supuestamente para utilizarse para relleno de muebles o fabricación de estopa, pero terminan vendiéndose de manera informal.

“Lo que quiere la gente al adquirir este tipo de prendas es llegar muy temprano al tianguis, ponerse bien vivos e ir tomando artículos baratos, que se vean bonitos, que no se vean viejos, que no esté picada la ropa y hay como una asociación que si no se ve manchada, si se ve limpia, ni siquiera se necesita lavar”.

De acuerdo con la académica del ITESO, una prenda contaminada puede transmitir dermatitis o sarna y se han asociado casos de gonorrea por el uso de ropa interior infectada. Además, está el riesgo de que las prendas tengan ácaros y diversas bacterias por su anterior uso o por permanecer en el suelo cuando está comercializando.

En el caso de la ropa usada, se tiene documentado que proviene de donaciones, aunque también hay prendas rescatadas de tiraderos, asilos o morgues y el fenómeno creció en México hace más de treinta años.

En sus inicios, los clientes eran principalmente personas de bajos recursos, pero ahora en los tianguis hay gente de distintos estratos sociales que en ocasiones llevan al tianguis una maleta de rueditas o un carrito de mandado, para ahí colocar sus compras.

“Me acuerdo de recién que empezamos a ir, que en el tianguis te encontrabas a la gente que veíamos en el club, unas mujeres que allá andaban muy emperifolladas, el sábado acá andaban empinadas en los montones de ropa cuando abrían la paca”, agregó Nayeli, que desde hace varios años acude al tianguis de los sábados en la colonia San Juan Bosco, donde alrededor de las 10 de la mañana abren pacas de ropa nueva y usada.

Chécalo:

Además de la ropa para uso personal y de los hijos, hay quien acude a los tianguis a comprar ropa para después revenderla en pueblos o en otros tianguis incluso dentro de la ciudad, pues al no existir una regulación, el mercado ha proliferado y ante la situación económica que se vive en el mundo, podría crecer aún más, advirtió Dolores Cortés.

“La ropa no solamente es glamour y moda, la ropa es una necesidad básica, vestirse es una necesidad básica y por lo tanto sigue consumiéndose ese producto y se incrementa la compra en tianguis o en el comercio informal y en situaciones económicas adversas ha pasado que incrementa la venta de ropa de pacas o de segunda”.

En ese sentido, José Luis Reyes, fundador de Estrenón, la marca de tiendas de ropa usada que en 2011 abrió en Guadalajara, indicó que los tapatíos han respondido bien a ese tipo de mercancía y ya cuenta con 16 tiendas en el área metropolitana, así como sucursales en Aguascalientes y Michoacán.

Al año en Estrenón reciben a más de 500 mil clientes y “jamás hemos tenido un solo caso de una persona que se haya contagiado o contaminado”, explicó el joven, quien ha ganado premios a nivel mundial por su proyecto de emprendimiento, basado en la compra de ropa y zapatos en una finca ubicada por Plaza Galerías, donde revisan las prendas, las desinfectan con una fórmula propia que ya también está vendiendo y posteriormente envían a las tiendas para su venta.

“Nosotros lo que hacemos es recibir ropa de manera legal de todas las personas que tienen ropa que ya no necesitan, seleccionamos la que está en mejor estado, la pagamos en ese momento, no recibimos donaciones, es todo comprado y no hacemos importaciones ilegales”.

Ha sido tal el éxito de Estrenón, que planea en noviembre abrir franquicias en Ciudad de México, Monterrey y Querétaro, pues le dan un plus a sus clientes, a través de probadores, promociones y hasta sistema de apartado y a decir del joven tapatío, la ropa usada ya está posicionada en la ciudad y “costó más trabajo” encontrar quien venda, pues quien compra, si no lo hace ahí, lo hará en el tianguis o el bazar.

De su parte, Sixto Mercado Aceves, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) en Jalisco, reprochó que las autoridades no actúen, lo que afecta al mercado formal, valuado en 16 mil millones de dólares, de los que 58% está en manos de la ilegalidad y de ese porcentaje, un 5% es de paca o usada, el cual calculan en 466 millones de dólares anuales.

“Como entra por contrabando y el contrabando es un delito federal, hemos tenido ese problema en Jalisco, que no lo persiguen las autoridades locales y por eso tenemos muchos años tocando la puerta para que se nos atienda”.

Este medio buscó autoridades sanitarias, tanto de la Secretaría de Salud Jalisco, como de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprisjal), para conocer su postura ante el aumento de mercancía usada o de paca en la ciudad, sin obtener respuesta.

Conoce más

  • La ropa de paca o usada proviene principalmente de Estados Unidos, aunque también países asiáticos o europeos exportan a México, donde se carece de regulación.
  • Además de Mezquitán y El Baratillo, tianguis como Francisco Villa, Herrera y Cairo, Marcos Montero, San Juan Bosco y Talpita, cuentan con puestos de ropa usada.
  • Existen aplicaciones como Wallapop, Segunda Mano o Mercado Libre, donde también se comercializa ropa usada.

“Le tiangué”, para que suene como francés, “TianGucci”, en referencia a una prestigiosa marca de ropa o “Andares-cogiendo”, son parte de los nombres que utilizan quienes acostumbran visitar tianguis de ropa de paca o usada, un mercado que en Guadalajara se expandió y cada vez tiene más presencia.

Sus clientes, la mayoría mujeres, recorren puestos donde las prendas usadas van desde los 5 pesos, pero también hay “montones” de mejor calidad, con prendas en su mayoría nuevas y de marcas conocidas, entre 150 y 200 pesos.

Solo en la capital jalisciense hay tianguis donde prácticamente la mitad de sus puestos se dedican a ese giro, como el de Mezquitán, que cuenta con 63 puestos de ropa usada y 69 de ropa nueva, de un total de 143 puestos registrados en el padrón municipal, mientras que El Baratillo, de los casi 10 mil puestos que tiene y lo convierten en el tianguis más grande de Latinoamérica, registra 193 puestos de ropa de paca o usada.

“En la paca yo compro mucha de la ropa que usamos mis hijos y yo. A mi esposo casi no le compro, pero cuando él tiene chance de acompañarme, también escoge camisetas o sudaderas”, explicó Lourdes, profesionista que acude con regularidad los martes al tianguis de Mezquitán, ubicado frente al panteón del mismo nombre.

Como Lourdes, los clientes de ese tipo de mercancía tienen ya identificados los puestos donde pueden encontrar prendas de su agrado, nuevas o usadas y en más de una ocasión se han “jaloneado” ropa con otras personas mientras se abre una paca, dijo Humberto, vendedor de ropa de paca en distintos tianguis de la ciudad, donde le ha tocado ser “réferi” de riñas entre personas que quieren ganar una u otra prenda.

También en los años que lleva vendiendo, ha visto personas que madrugan para ser las primeras cuando abran la paca y con los clientes ya identificados, siempre son más “bondadosos”, pues a la hora de ir sacando prendas le dan prioridad a los que ya conocen.

Chécalo:

La mercancía se divide en cuatro categorías, desde la primera, que es ropa de outlet de Estados Unidos y por lo general lleva etiqueta y es de marcas conocidas, hasta la de cuarta, usada, generalmente vieja y que va de tianguis en tianguis, en montones donde se anuncian como de oferta por 5 pesos.

Sin embargo, sobre la procedencia de esa ropa poca gente pregunta, dijo Dolores Cortés, coordinadora de la Licenciatura en Diseño de Indumentaria y Moda del ITESO, quien explicó que las prendas llegan a México como “tela picada o trapos”, supuestamente para utilizarse para relleno de muebles o fabricación de estopa, pero terminan vendiéndose de manera informal.

“Lo que quiere la gente al adquirir este tipo de prendas es llegar muy temprano al tianguis, ponerse bien vivos e ir tomando artículos baratos, que se vean bonitos, que no se vean viejos, que no esté picada la ropa y hay como una asociación que si no se ve manchada, si se ve limpia, ni siquiera se necesita lavar”.

De acuerdo con la académica del ITESO, una prenda contaminada puede transmitir dermatitis o sarna y se han asociado casos de gonorrea por el uso de ropa interior infectada. Además, está el riesgo de que las prendas tengan ácaros y diversas bacterias por su anterior uso o por permanecer en el suelo cuando está comercializando.

En el caso de la ropa usada, se tiene documentado que proviene de donaciones, aunque también hay prendas rescatadas de tiraderos, asilos o morgues y el fenómeno creció en México hace más de treinta años.

En sus inicios, los clientes eran principalmente personas de bajos recursos, pero ahora en los tianguis hay gente de distintos estratos sociales que en ocasiones llevan al tianguis una maleta de rueditas o un carrito de mandado, para ahí colocar sus compras.

“Me acuerdo de recién que empezamos a ir, que en el tianguis te encontrabas a la gente que veíamos en el club, unas mujeres que allá andaban muy emperifolladas, el sábado acá andaban empinadas en los montones de ropa cuando abrían la paca”, agregó Nayeli, que desde hace varios años acude al tianguis de los sábados en la colonia San Juan Bosco, donde alrededor de las 10 de la mañana abren pacas de ropa nueva y usada.

Chécalo:

Además de la ropa para uso personal y de los hijos, hay quien acude a los tianguis a comprar ropa para después revenderla en pueblos o en otros tianguis incluso dentro de la ciudad, pues al no existir una regulación, el mercado ha proliferado y ante la situación económica que se vive en el mundo, podría crecer aún más, advirtió Dolores Cortés.

“La ropa no solamente es glamour y moda, la ropa es una necesidad básica, vestirse es una necesidad básica y por lo tanto sigue consumiéndose ese producto y se incrementa la compra en tianguis o en el comercio informal y en situaciones económicas adversas ha pasado que incrementa la venta de ropa de pacas o de segunda”.

En ese sentido, José Luis Reyes, fundador de Estrenón, la marca de tiendas de ropa usada que en 2011 abrió en Guadalajara, indicó que los tapatíos han respondido bien a ese tipo de mercancía y ya cuenta con 16 tiendas en el área metropolitana, así como sucursales en Aguascalientes y Michoacán.

Al año en Estrenón reciben a más de 500 mil clientes y “jamás hemos tenido un solo caso de una persona que se haya contagiado o contaminado”, explicó el joven, quien ha ganado premios a nivel mundial por su proyecto de emprendimiento, basado en la compra de ropa y zapatos en una finca ubicada por Plaza Galerías, donde revisan las prendas, las desinfectan con una fórmula propia que ya también está vendiendo y posteriormente envían a las tiendas para su venta.

“Nosotros lo que hacemos es recibir ropa de manera legal de todas las personas que tienen ropa que ya no necesitan, seleccionamos la que está en mejor estado, la pagamos en ese momento, no recibimos donaciones, es todo comprado y no hacemos importaciones ilegales”.

Ha sido tal el éxito de Estrenón, que planea en noviembre abrir franquicias en Ciudad de México, Monterrey y Querétaro, pues le dan un plus a sus clientes, a través de probadores, promociones y hasta sistema de apartado y a decir del joven tapatío, la ropa usada ya está posicionada en la ciudad y “costó más trabajo” encontrar quien venda, pues quien compra, si no lo hace ahí, lo hará en el tianguis o el bazar.

De su parte, Sixto Mercado Aceves, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) en Jalisco, reprochó que las autoridades no actúen, lo que afecta al mercado formal, valuado en 16 mil millones de dólares, de los que 58% está en manos de la ilegalidad y de ese porcentaje, un 5% es de paca o usada, el cual calculan en 466 millones de dólares anuales.

“Como entra por contrabando y el contrabando es un delito federal, hemos tenido ese problema en Jalisco, que no lo persiguen las autoridades locales y por eso tenemos muchos años tocando la puerta para que se nos atienda”.

Este medio buscó autoridades sanitarias, tanto de la Secretaría de Salud Jalisco, como de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprisjal), para conocer su postura ante el aumento de mercancía usada o de paca en la ciudad, sin obtener respuesta.

Conoce más

  • La ropa de paca o usada proviene principalmente de Estados Unidos, aunque también países asiáticos o europeos exportan a México, donde se carece de regulación.
  • Además de Mezquitán y El Baratillo, tianguis como Francisco Villa, Herrera y Cairo, Marcos Montero, San Juan Bosco y Talpita, cuentan con puestos de ropa usada.
  • Existen aplicaciones como Wallapop, Segunda Mano o Mercado Libre, donde también se comercializa ropa usada.

Policiaca

Ya son tres los estudiantes de la Universidad de Guadalajara desaparecidos en menos de 15 días

En menos de 15 días han desaparecido tres estudiantes de la Universidad de Guadalajara

Policiaca

Detectan dos cocodrilos en Ocotlán; ya instalaron trampas para capturarlos

Al tratarse de dos reptiles, la corporación exhortó a la población a evitar esa zona

Local

CRT reconoce a productores y personalidades que han impulsado al Tequila

Este jueves y viernes se realizará un Seminario Internacional, una Expo y Catas de productos con Denominación de Origen

Elecciones 2024

Claudia Delgadillo se compromete a brindar mayor seguridad

Delgadillo habló con los presentes sobre las estrategias que efectuará en sus 6 años de gobierno