Histórica y atípica la edición 286 de la Romería de la Virgen de Zapopan a su regreso a su casa, la Basílica, ya que se registró sin fieles y sin danzantes la gente cumplió y se quedó en su casa para evitar concentraciones masivas y por ende contagios por la pandemia por Covid-19, sin embargo la fe, amor y devoción a la Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara se sintió y se reflejó.
Se pidió por los enfermos de Covid-19, por los que han perdido sus trabajos y por las familias que han perdido a sus seres queridos por el coronavirus y especialmente porque terminara la pandemia.
Quedaron atrás los gritos, porras, vítores que a lo largo del trayecto se registraban. La transmisión de la Romería fue vía redes sociales y canales de televisión y radio. Otra de las características de la peregrinación fue que se regresó a la ruta original por avenida Ávila Camacho, que durante varios años no se realizó por dicha ruta debido a la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero.
La Romería, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco) en esta ocasión fue virtual.
Aunque se insistió por los medios de comunicación en conocer la ruta, se conoció hasta que se iba realizando:Corona-Juárez-Federalismo y Ávila Camacho.
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En su gran mayoría, esta Romería que concentra cerca de dos millones de fieles, peregrinos o romeros, no se vieron a todo lo largo del trayecto como años anteriores que con banquitos, sillas, sombrillas, celulares esperaban su paso, hoy lo que observamos sí fueron fieles, pero pocos, unos portaban réplicas de la imagen. No dejaron pasar aplaudirle a su paso y orar cuando circulaba frente a ellos.
Hoy los cánticos, porras y gritos no se escucharon al unísono cuando hacía su recorrido la Virgen en las calles y avenidas, las que también lucían vacías, así como negocios cerrados.
"Ojalá que esto nos enseñe a ser mejores seres humanos, a dejar a un lado el egoísmo, a vivir en paz, en armonía, sin violencia, sin muertes. Esto es atípico, pero nos debe dejar una enseñanza de vida", manifestó a El Occidental la señora Esperanza Domínguez, de 70 años de edad que vive en la zona cercana a a Plaza Patria. "Cada año vengo y la acompaño, y sé que no debía hacerlo, pero traigo mi cubrebocas y estoy alejada, solo quería verla pasar", dice con nostalgia.
A la salida de Catedral, sí se apostaron en el cruce de Paseo Fray Antonio Alcalde y Juárez familias enteras, que en su momento se concentraron en ese punto, aunque elementos de la policía de Guadalajara con altavoces los instaba a retirarse.
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Fue una Romería con saldo blanco, los filtros sanitarios en el primer cuadro del centro de Guadalajara cumplió lo establecido no dejar pasar a las personas.
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Las misas de despedida en Catedral y de bienvenida en la Basílica fueron a puerta cerrada.
Rostros de tristeza observamos por no poder estar cerca de la Imagen, y sólo verla en su carruaje circulando a 30/40 kilómetros por hora.
A las 07:30 horas, la imagen de 34 centímetros salió de la Catedral Metropolitana, tras concluir la misa de despedida oficiada por el obispo auxiliar Juan Manuel Muñoz Curiel, que dijo a los fieles que la Virgen no los ha abandonado y no los ha dejado en la orfandad, las circunstancias por la pandemia motivaron que la celebración eucarística fuera a puerta cerrada y con escasas personas que se dieron cita.
En la celebración eucarística de despedida el obispo pidió orar por "nuestras autoridades religiosas y civiles, también quienes han perdido un familiar, su trabajo y tienen la dificultad de llevar lo necesario a sus hogares".
En la puerta principal ya la esperaba un carruaje decorado con rosas y un equipo de elementos de seguridad que la custodiaban en todo el trayecto, el cual tuvo una duración de una hora 15 minutos a la Basílica de Zapopan, donde la misa fue oficiada por el cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, quien destacó la división por el encono y enfrentamiento en el país, donde prevalece el precio económico por la vida humana y que el coronavirus solo evidenció y agravó más los males que aquejan al país. A las 08:44 horas la imagen fue recibida por los frailes franciscanos.
La Plaza Juan Pablo II lució vacía, con pocos fieles que pudieron llegar, sin embargo que manifestaron que querían pagar las mandas por los favores recibidos sobre todo en salud.
