El miedo, fue la primer sensación de los niños de Jalisco y el resto de México, al sentarse frente a una computadora a tomar clases, pero poco a poco lo fueron venciendo, es al menos lo que se puede concluir después de un conversatorio con familias con la organización “Mexicanos Primero Jalisco”.
Van tres charlas de una serie de cinco encuentros con estudiantes, docentes, familias y especialistas, que la red de Mexicanos Primero promueve para aprender en tiempos de Covid-19.
Las familias les han dado seguimiento y acompañamiento a la educación de sus hijos en tiempos de confinamiento. Pero ¿cómo? y ¿hasta dónde?
En representación de Mexicanos Primero, Ricardo Lamas dialogó con seis familias a través de las plataformas de Facebook y Zoom, para visibilizar sus experiencias en cuatro aspectos: su estado socioemocional, la organización en el hogar, cómo es la escuela desde casa y por último, las expectativas para el regreso a la escuela.
Los testimonios
Desde Jalisco, Leticia Huerta, madre de dos niñas en primaria detalló que sentía estrés por combinar las partes del trabajo, organizarse y acoplarse bien con sus hijas. En cuanto a los espacios y tiempos, fue un reto adaptar sus propias actividades con todas las prácticas del hogar y tareas de sus hijas.
En Yucatán, Claudia Balam y Samuel Rosado, padres de dos hijos de secundaria, comentaron que en al inicio se sentían con miedo: “E incluso todavía [ahora], pero poco a poco hemos buscado opciones para no transmitirlo a nuestros hijos y que se puedan sentirse seguros y apapachados ante la contingencia”.
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En San Luis Potosí, Blanca Stevens, madre de una hija de secundaria, detalló la forma en la que tuvo que organizarse para cumplir con los principales objetivos del aprendizaje de su hija: “Tuvimos que adecuar un lugar para ella para que no se distrajera y ser conscientes de que estando en casa debemos seguir con nuestras actividades de la mejor manera posible. Tratar de ser productivos”.
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Desde Jalisco, Guillermo Beas, padre de una hija en primaria y un niño en preescolar, dejó el siguiente testimonio: “Siempre hace falta la socialización en la escuela. Aquí también hemos hecho aprendizajes de actividades cotidianas, como reparar muebles, cocinar, pintar, por la noche leer cuentos y estas actividades permiten reforzar las actividades escolares, de medidas, colores, texturas, lectura y comprensión, etcétera. Hay que considerar que se ha aprendido mucho en la cuestión emocional, la importancia de la familia, la solidaridad y la empatía”.
Coinciden las familias en que los estudiantes han aprendido a ser más autónomos; reconocen la labor que realizan los docentes para enriquecer los conocimientos de sus estudiantes, recurriendo a diversas plataformas como WhatsApp, Zoom y, sobre todo, muestran su reconocimiento por el apoyo y preocupación hacia ellos, “la casa no va a reemplazar a la escuela”.
Hijas, hijos y nietos, acompañados de uno o más integrantes de la familia, en tiempos de pandemia. Asimismo, identificar sus principales necesidades para que esta información pueda ser de utilidad en futuras contingencias que requieran aprender desde casa.
Hay incertidumbre por el próximo regreso a clases, pero se dicen deseosos de regresar, más aún padres y abuelos: “Feliz con la idea de que puedan regresar a la rutina, a la disciplina de asistir a la escuela. Los queremos mucho en casa, pero también que ellos tengan su rutina y esparcimiento para desarrollarse académica y socialmente”.
Catalina Ritter, desde Jalisco, precisa: “La mejor manera de regresar correctamente a clases es que se logre hacer de manera óptima, con sanitización, filtros, pero también dejarlos libres, no reprimirlos, tal vez sí menos niños en cada aula. Desearía regresaran a las actividades normales sin tantas restricciones”.