El cambio de política migratoria con la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos será positiva para todos los que buscan llegar al vecino del norte, pero el mantener a personas en la frontera mexicana es un gran riesgo, sobre todo para los menores de edad señalaron representantes de organizaciones defensoras de derechos de los migrantes.
El encargado de El Refugio Casa del Migrante ubicado en el Cerro del Cuatro en Tlaquepaque, Alberto Ruiz Pérez, indicó que todos los centroamericanos y de otros países que han salido de su patria, incluso los mexicanos lo han hecho a causa de desastres naturales, recursos y “el que se reactive todo esto es muy bueno porque con el presidente anterior (Donald Trump) estaba prácticamente parados todos los apoyos”.
Dijo que con este cambio en la política pueda poder regresar a la situación que vivían en los tiempos de Barack Obama, pero al menos de momento no va a ser eso, será más lento, más prolongado, más lento”.
En el 2019 se deportaron o se detuvieron a más de 62 mil migrantes con la suspensión de este programa y casi 14 mil menores se les envió solos a ciudades fronterizas peligrosas como Tijuana o Ciudad Juárez entre otras.
Ante esa situación comentó que el contacto establecido con algunos migrantes atendidos por ellos y ahora ubicados en Tijuana les indican que “es muy difícil tener una estancia, un albergue abierto, están todos saturados, no hay lugar para ellos encontrar trabajo, es muy difícil” más durante la pandemia.
Pero es una situación calificada como dramática porque hay una gran cantidad de personas en la frontera sin recursos para poder sostenerse o poder llevar sus alimentos a la familia y “no sabemos qué va a pasar con estas personas traídas a México y ojalá este gobierno nuevo les permitiera estar en territorio norteamericano y no en México”.
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En el caso de los menores considera de alto riesgo y lamentable el haberlos separado de sus familias o dejarlos solos en ciudades de alto impacto, pero los que ellos conocen tienen poco tiempo allá y se ubican en algunos albergues o acompañados de su mamá, pero con los menores separados de su familia “es un desorden para volverlos a reintegrar a su familias, es algo inhumano separar a un niño de su madre o de su padre”.
Sin embargo, no se tendrán las condiciones tan favorables como antes y eso se llevará años para lograrlo porque con la pandemia se genera mayor problema para las personas migrantes y en este contexto el actuar del Gobierno de México, al menos en el centro del país, no hay una situación de apoyo.
“Lo que sí sé es que familias que estuvieron con nosotros y que ahora se ubican en Tijuana, Nogales y nos dicen los problemas que enfrentan, algunos sí tienen dónde vivir” de otros no saben nada y sobre todo quienes no llevan niños le batallan para encontrar un lugar para refugiarse y en algunos sitios les condicionan su estancia a cambio de aceptar la nacionalidad mexicana y sino sólo los dejan un mes y se tienen que salir”, explicó Ruiz Pérez.
César Gamboa, presidente de Chicano Latino Inmigrant Democratic Club of Los Angeles Country, también consideró que será positivo reactivar ese protocolo por parte del presidente Biden, es decir “es un paso muy importante su llegada como presidente de Estados Unidos y vemos la oportunidad que la puerta de atención y protección a los migrantes se vuelva a abrir”.
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Aunado a eso se habla ya de una reforma migratoria y eso vendría a “concretarse si los senadores lo aprueban, pero la intención del presidente Biden es darle un alivio de protección a las comunidades, se abre la puerta de la esperanza para nosotros lo migrantes y creemos que estamos convencidos de que también nosotros como sociedad y organizaciones, o activistas tenemos que impulsar para que se den estas reformas” con todo lo que esté a su alcance.
César Gamboa como migrante mexicano manifestó que abrirse esta nueva etapa será un “alivio migratorio” para todos y de que se darán cambios en las formas de deportarlos, de unir a familias separadas en la administración de Trump, sobre todo a los menores.
“Pero también de que se abra la posibilidad de que haya una enmienda en donde los centroamericanos migrantes que llegaban a pedir asilo, los regresaban a México para esperar la respuesta a su petición” y eso provocó una enorme concentración de personas en la frontera mexicana, que buscaban tener seguridad, ingresos para sostener a su familia y poder comer, un empleo.
“Nosotros veíamos que la seguridad para ellos la podrían tener por un tiempo en México, pero también la comunidad mexicana que vive en esos lugares desde hace generaciones, no veían bien el que se fuera llenando con centroamericanos migrantes y no lo consideraban seguro”, por eso ellos como asociación llevaban comida a la frontera para mitigar un poco el impacto negativo.
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