Con el objetivo de tomar decisiones informadas, sin estereotipos respecto a las carreras que deben cursarse y si son únicamente para mujeres o para hombres, se presentó en Jalisco “Pathways to success”, un programa que nació en 2018 con el objetivo de empoderar a mujeres jóvenes para que alcancen su máximo potencial, ofreciéndoles oportunidades de acceso a la educación y empleo de calidad.
En Jalisco se ha trabajado en coordinación con el Colegio de Bachilleres, el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco (Cecytej) y el Colegio de Educación Profesional y Técnica del Estado de Jalisco (Conalep), además de industria y gobierno, con quienes ya desarrollaron tres ejes: configuración de redes, logística de la cadena de suministro y diseño de software.
El programa cuenta también con un componente de desarrollo de habilidades socioemocionales denominado Pasaporte al Éxito, basado en espacios de escucha para el desarrollo de trabajo en equipo, toma de decisiones, establecimiento de metas y resolución de conflictos, explicó dijo Judith Hermosillo Lozano, gerente del programa International Youth Foundation.
Chécalo:
“Nuestro trabajo de campo y diagnóstico nos ha demostrado que es necesario apostar por cambios sistémicos, es decir, que no basta con que las chicas desarrollen habilidades o crean en sí mismas, sino transformar los entornos en que ellas se desarrollan, para que efectivamente se conviertan en entornos que las impulsen y las apoyen, porque a veces ese impulso nace, pero también puede ser el más preocupante dentro de sus propias casas”.
Recordó que lanzaron la campaña “La vocación no tiene género” en redes sociales, que consiste en un reto de mujeres nominándose a sí mismas o a otras, como un movimiento que evidencie la labor de las chicas para destacar en sus carreras o en su vida y continúa abierta la oportunidad de nominar mujeres en el portal de internet www.vocacionsingenero.org donde además se pueden encontrar materiales.
“Aunque todavía hay mucho por hacer en materia de equidad, es verdad que la vocación no tiene género y que este país necesita urgentemente de personas desarrollando todos sus potenciales, combatiendo los complejos retos que enfrentamos como humanidad y transformando el mundo en un lugar mejor”.