Productos nuevos, algunos todavía en caja y hasta con el moño que la adorna, se exhiben en los anaqueles de las casas de empeño de la ciudad.
“Son regalos que le dan a la gente en sus posadas y los traen, este año hay menos que en otros años, porque casi no hubo posadas, pero son cosas en ocasiones nuevas”.
En el área de productos nuevos lo que más se encuentra son electrodomésticos, pero hay quienes llevan incluso lo que les dan en sus intercambios familiares o del trabajo, explicó el empleado de una casa de empeño ubicada por la Calzada Independencia y avenida Circunvalación.
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Para cerrar el año la actividad en las casas de empeño es habitual, poca gente y pocos productos en los anaqueles, que han visto pasar “de todo” y recientemente hasta el producto de moda: la famosa freidora de aire, que “como llega se va”, pues usada cuesta entre 600 y mil 200 pesos, dependiendo el tamaño y la marca.
“El movimiento comienza ya en enero, pasando el Día de Reyes llega la gente a empeñar y como hay más variedad, también llegan los compradores”, agrega otro trabajador de una casa de empeño también en la Calzada Independencia, a la altura de avenida La Paz.
En esa zona hay varias casas de empeño, entre ellas el Monte de Piedad, que para sorpresa de pignorantes, como de empleados de otros establecimientos, tiene algunos días cerrado.
El Occidental realizó un recorrido por las casas de empeño de distintas partes de la ciudad y a decir de los trabajadores, el comportamiento de quienes acuden ha sido normal este año pandémico y no ha crecido, pese a la crisis económica.
En algunos casos las casas de empeño comenzaron a aplicar promociones, como 50% en el segundo producto, sistemas de apartado y hasta envío de “novedades” a través de Whats App, para que sus clientes conozcan qué hay y vayan a comprar, desde artículos para el hogar, para bebés, aparatos para hacer ejercicio, bicicletas, juguetes o joyas.
