En el marco del Día del Niño, no todos los menores tendrán un día especial, ya que muchos tendrán que cumplir con sus labores, tal cual como un adulto con responsabilidades.
Tal es el caso de los niños que cantan en el andador Alcalde frente a la Catedral de Guadalajara, que están ahí todos los días bajo los rayos del sol.
En ese lugar, cantan música ranchera acompañados de una bocina, lo que para muchas personas es bonito ver a dos niños tratando de ganarse la vida.
Sin embargo, para otros tantos ciudadanos es la mismita cara de la explotación infantil que se registra en la capital jalisciense.