Semana a semana los riesgos de contagio de Covid-19 suben y ahora en la etapa de Responsabilidad Individual, los descuidos son mayores y la falta de apatía de los ciudadanos hacia las políticas públicas y para no aplicar las medidas de prevención emitidas por la autoridad son evidentes.
Así en un recorrido por diversas calles del Área Metropolitana de Guadalajara se pudo apreciar que el panorama es el mismo, gente que no usa cubrebocas, sin respetar la sana distancia, familias enteras, adultos mayores, niños, mujeres embarazadas, en pocas palabras todos los sectores considerados como vulnerables.
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Incluso en el transporte público también se ve un exceso de personas dentro de las unidades, esto a pesar de que se decretó un ingreso a las fuentes laborales de forma escalonada, pero ni así se ve una disminución, al contrario cada vez más personas en las calles y esto es prueba de lo que señaló el propio gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, al anunciar que la movilidad en la última semana se incrementó hasta un 71%, cuando hace unas semanas no llegaba ni al 40%, lo que representa que cada vez hay más gente en las calles.
Lo mismo se apreció en las inmediaciones del mercado Felipe Ángeles en donde decenas de potenciales clientes de todas las caminan sin ningún tipo de prevención de contagio de Covid-19, no se apreció a nadie aplicarse por lo menos el gel antibacterial tras el intercambio comercial que se hace en algunos puestos.
En la Carretera a Chapala la imagen urbana no cambió prácticamente en nada, personas caminando sin cubrebocas, otras esperando el camión sin la sana distancia, algunas manos saludando de mano o en grupos platicando o dándose abrazos; mientras que los autos que circulaban también muchos de los conductores y copilotos de cualquier unidad, de cualquier tamaño no llevaban ni la más mínima de las protecciones.
Así el riesgo latente de que cada semana se tengan un mayor número de casos positivos y eso en el corto o inmediato plazo colapse la infraestructura hospitalaria con tantos nuevos infectados día a día por quienes salen sin ir a una actividad esencial o necesaria de sus hogares, simplemente porque están cansados de permanecer dentro de sus casas.
Algunos no creen que realmente existan riesgos pese a la cantidad de mensajes que se tienen al alcance, otros no lo consideran de alto riesgo o contagioso y otra parte simplemente no utiliza el cubrebocas ni aplica medidas de prevención porque no le gusta o hasta argumentan que se les olvida por las prisas que llevan.
