En teoría este martes se debería cumplir la promesa de poner en marcha la Línea 3 del Tren Ligero con todos los protocolos de sanidad y seguridad necesarios para evitar contagios de Covid-19, sin embargo, en las otras dos líneas se ve que están relajadas estas acciones.
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Según los protocolos aprobados por las mesas de Salud y Económica, en el Tren Eléctrico “todos los días, después de cada vuelta en terminal Juárez y Auditorio el personal ingresa a los trenes para hacer las labores de limpieza. Por las noches se hace la sanitización completa”, acciones que no se ven por ser fuera del área pública.
Mientras que en las instalaciones de las estaciones cada tres horas aproximadamente se realiza limpieza de pasamanos, torniquetes, máquinas. En los ingresos hay botes con gel antibacterial.
Aunque en el papel estas acciones se ven sencillas en la teoría, ya en la práctica el panorama es diferente ya que en un recorrido en diferentes estaciones y a diferentes horas se pudo apreciar que en ninguna estación hay personal suficiente para verificar que todos los usuarios que ingresan se apliquen el gel antibacterial, que se lleva a cabo dicha limpieza constante, mucho menos que se lleve puesto el cubrebocas y menos si los vigilantes se ponen a platicar con amigos o conocidos, descuidan estos aspectos.
Además, no en todas las estaciones se vio el bote con gel, no se tiene personal que diga o vigile la saña distancia en pasillos o dentro de los vagones, que los usuarios no se quiten el cubrebocas en todo su trayecto, situación que se repetiría en la Línea 3 una vez iniciada su operación masiva. El motor tema es que nadie toma la temperatura a ningún usuario.
Así el futuro inmediato de una Línea 3 que se proyectó terminar primero en el 2018, en donde hasta una inauguración privada entre el expresidente de la República, Enrique Peña Nieto, y el exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval se dio, sobre todo en medio de la discusión de la calidad de los llamados neoprenos o materiales que reducen las vibraciones en los rieles y las vigas ese soporte.
Una obra proyectada con una inversión de 17 mil millones de pesos y que, a más de seis años de su inicio, lleva invertidos más de 30 mil millones de pesos y aún hace falta terminar detalles de las estaciones, los cuales se realizan a marchas forzadas, detalles que en algunos casos fueron criticados porque rompen con el entorno urbano con la instalación de elevadores a media plaza.
Se estima que el tiempo de recorrido de las 18 estaciones que van desde Zapopan hasta la central Camionera Nueva se recorran en alrededor de 45 minutos, hay cinco estamos subterráneas, se espera realice más de 230 mil viajes diarios y una distancia de 21 kilómetros.
