Los problemas que ya se vivían en el país, como la inseguridad, deuda pública, o la economía, son factores que se agravarán los siguientes años debido a la pandemia por Covid-19; el panorama de México es malo y amenaza con estar peor, por lo que es urgente tomar conciencia de la situación y hacernos cargo desde lo que nos corresponde, señaló el académico Mauricio Merino.
Como parte de su participación en la conferencia magistral "Gobernanza y Gestión Pública", dentro del ciclo de charlas virtuales ¿Qué sigue para Jalisco?, que organiza el gobierno estatal, el experto habló de los panoramas no tan alentadores que se vienen para los mexicanos en caso de no cambiar la dinámica nacional, estatal y municipal.
Señaló que en el aspecto económico, en donde ya las cifras plantean una preocupante caída del PIB, si las cosas empiezan a mejorar para finales de año habrá solo un decremento de 10 puntos del producto interno, como el escenario más "positivo".
Refirió que si a esto se le suma la pérdida de un millón de empleos formales, de acuerdo a cifras del IMSS, o los 12 millones de personas que dejaron de percibir ingresos -de acuerdo al INEGI-, aspectos como la deuda pública del país representarán un gran peso, pues habrá menos recaudación y por ende, menos dinero a inyectar al presupuesto del país para 2021.
Dijo que debido a la postura actual del gobierno federal, en donde no se pretende contratar deuda, ni hay una política fiscal adecuada, no habrá nuevos empleos, crecimiento de la economía, ni gasto público, por lo que la deuda que ya tiene el país tendrá un peso relativo del 65 por ciento más, lo que significará menos gasto para lo demás.
"La relación del peso de la deuda, respecto a los ingresos totales, pues va a aumentar hasta el 65 por ciento, de manera que el gasto programable pues en el mejor de los casos será del 35 por ciento de la capacidad total de gasto del estado mexicano en su conjunto".
Todo esto generará un efecto social negativo, agregó, pues a falta de dinero las personas saldrán a buscarlo a las calles a como dé lugar, por lo que la inseguridad tendrá un incremento sustancial.
"No estamos encontrando todavía las vías para apaciguarnos, para darnos paz. Estamos pobres, estamos enojados y estamos violentos como país. Y esto lleva al conflicto político; hay mucho encono, mucha mala leche. No nos estamos queriendo".
Por ello, manifestó que los conflictos políticos y la polarización no tienen cabida en este lugar. Enunció un decálogo cuyo eje primordial debe ser que los gobiernos se preocupen primero que nada por el bienestar de las personas, alejado de cualquier política asistencialista, y más bien enfocada en garantizarles derechos básicos, como al trabajo, la educación o la salud.
Aunque el panorama que dio fue a nivel federal, el académico exhortó al gobernador, Enrique Alfaro Ramírez a "bajarle tres rayitas" a su actitud. Lo llamó a ser más amable, empático y ligero, y dejar de lado los enfrentamientos con la federación -pues no beneficiará en nada a Jalisco-, en especial porque se tiene a un presidente que ha demostrado no querer rectificar.
