Si usted es tapatío o tiene varios años de vivir en la Perla de Occidente, seguramente ubicará dónde queda la calle de Mariano de la Bárcena.
Va desde Jesús García, hasta la Avenida Hidalgo, pero al caminar o circular en su vehículo se ha dado cuenta que tiene tres nombres diferentes, lo cual denota falta de cuidado de las autoridades por respetar y conservar la memoria de los jaliscienses ilustres.
Hay tramos largos, en los cuales las placas que identifican las calles sí tienen el nombre correcto y abreviado de Mariano Santiago de Jesús de la Bárcena y Ramos, es decir sólo dice Mariano de la Bárcena, en otras como el crucero de Garibaldi, simplemente dice Marino Bárcena, la cual sólo conserva una parte de apellido paterno.
A unas calles, precisamente en el cruce de Joaquín Angulo, ahí simplemente dice Mariano de Bárcena, quizás esa situación no se ha apreciado por las autoridades correspondientes de llevar a cabo la señalización de la ciudad, pero también de falta de respeto al legado de un jalisciense que fue gobernador al asumir el cargo el 13 de noviembre de 1889 en sustitución del fallecido General Ramón Corona, que dejó posteriormente por problemas de salud.
También denota que no se tiene un control de calidad en la señalética de la ciudad y eso puede llegar a confundir tanto a propios como extraños de la ciudad, pero también una falta de respeto a la memoria de este ilustre botánico, naturalista e ingeniero oriundo del municipio de la Ameca.
Nació el 23 de julio de 1842 y falleció el 10 de abril de 1899 en la Ciudad de México. También se desempeñó como senador y en 1877 fundó el Observatorio Astronómico Nacional de México.