Amanece la ciudad de Guadalajara “como un primero de enero” negocios cerrados, sin gente en las calles y mucha gente esperando transporte público, que hoy no hay. Así estará sábado y domingo, como parte del Botón de Emergencia. Hasta los mariachis callaron.
Pero el Botón de Emergencia no lo fue para todos, las constructoras que trabajan para los ayuntamientos del Area Metropolitana de Guadalajara y el Gobierno del Estado continuaron con sus actividades. Se les vio trabajando tanto en el Centro de la ciudad como en Mi Macro Periférico, la pregunta es ¿eran actividades esenciales?
Por lo pronto, el comercio respetó y los únicos locales abiertos eran las tienditas de abarrotes, las panaderías y carnicerías de barrio, una que otra licorería. Pero nada más.
Las estaciones del Tren Ligero parecían sacadas de una película de ciencia ficción, se podía escuchar al viento de otoño entre el rechinido de los zapatos con suela de goma de las enfermeras y enfermeros, los únicos -junto con policías, bomberos y empleados de funerarias- que este sábado -también el domingo- pueden hacer uso del servicio público.
Plazas comerciales cerradas, plazas públicas vacías o con muy poca gente, fue la constante dentro de esa jornada.
Un mariachi cabizbajo, reflexionando, era el único personaje sentado a la mitad de la Plaza de los Mariachis.
Cristian Muñoz se lamenta: “Esto bajó en un 80 o 90% entre marzo y agosto, ahora entre septiembre y octubre comenzaba a repuntar, cuando ahora viene este parón… esperemos que no dure más de los 14 días”.
Reconoce que guardó algo de dinero para sobrevivir él y su familia, pero “me preocupa hasta cuanto tiempo nos alcance. Hace como 20 días o un mes recibimos una despensa, fue la que nos dio Amaury Vergara por la apuesta que hicieron entre Chivas y América, pero fue el último apoyo”.
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