Para el Cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega resulta una falacia abordar el tema del aborto y eutanasia desde la salud pública tendiente a eliminar una vida humana, al referirse a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Expuso que el aborto no es un problema de salud pública y agregó que "cuidado con la salud pública de eliminar a un ser humano".
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En este escenario, confirmó que en Guadalajara se replicará la marcha en favor de la mujer y de la vida el próximo 3 de octubre bajo la frase "A favor de la mujer, pero sin separarla de la vida", como parte del posicionamiento de la Iglesia católica mexicana.
Robles Ortega indicó que la SCJN establece en su resolución que la embarazada carece apoyo y a no criminalizarla aspectos que son importantes, sin embargo, dijo "no se debe separar de la vida del ser que lleva en su seno".
El Cardenal repitió las palabras del Papa Francisco: "No es justo asesinar a uno para resolver un problema, hay que resolver el problema, hay que buscar una solución, pero sin tener que eliminar a una vida y menos a la vida inocente".
Asimismo, mencionó que este mensaje se estará replicando en la comunidad eclesiástica (parroquias e iglesias).
Durante la misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana de Guadalajara se leyó la invitación de la Conferencia del Episcopado de la Vida a la marcha a celebrarse en la Ciudad de México, misma que se replicará en la Perla Tapatía.
En cuanto a la separación Iglesia del Estado, dijo que la comunidad formada mayoritariamente por laicos, quienes están promoviendo la marcha pacífica y como ministros de culto como pastores, "nosotros solamente la apoyamos".
Respecto a que los Congresos del Estado deben analizar la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el caso de Jalisco, dijo están en su derecho y prevalece el principio de autonomía y, en base a esto, tomó la decisión de mantener en el cajón legislativo el tema del aborto.
Por lo pronto, la Iglesia Católica mantiene la potestad de perdonar casos de aborto entre los fieles, como parte del legado del 2016 que fue el Año de la Misericordia.
