A unos días de que se cumplan 14 años del fallecimiento del menor Miguel Ángel López Rocha, por intoxicación de arsénico tras haber caído en las aguas de la presa El Ahogado, familiares denuncian que hasta el momento no han accedido a una reparación integral del daño.
El Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, la familia del menor y el equipo legal de la misma hablaron no solo de las condiciones de contaminación en las que se mantienen las aguas de la zona, sino de cómo autoridades han sido omisas en garantizar un acompañamiento a la familia como es requerido.
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Al respecto, Juan Carlos Sánchez Solórzano, el abogado de la familia, detalló los cuatro amparos que interpusieron a lo largo de los años para solicitar una indemnización por los daños causados, ya que el 13 de febrero del 2008, Miguel Ángel, tras días de convalecencia en el hospital, murió por envenenamiento ante la alta presencia de arsénico en su sangre, producto de haber caído en la presa que desemboca en el río Santiago.
Detalló que la comisión dictaminó entregarles 350 mil pesos, sin embargo, cuestionó la forma en la que lograron que se indemnizara a la familia y acusó que en todos estos años no ha habido un acercamiento de ninguna autoridad para dar atención psicológica y otro tipo de apoyos -no económicos-, que garanticen en verdad una reparación integral del daño.
"Es una reparación que puede ser grande, porque el daño es inmenso. No ha habido acompañamiento, no los han visitado en lo absoluto, no hay ningún acercamiento ni por ninguna autoridad municipal, estatal y federal, ni por la comisión ejecutiva. Lejos de haber un acompañamiento, hay una negativa, no avanzan los procedimientos, impugnan todo, y uno es quien tiene que estar ahí".
María del Carmen Rocha Mendoza, madre del menor, manifestó que no ha pasado nada pues a pesar de que en su momento se les prometieron muchas cosas, como sanear las aguas o incluso reubicarlos, siguen en donde mismo y la familia, al igual que los habitantes de La Azucena, en El Salto, han experimentado múltiples males de salud por la alta contaminación de las aguas del río Santiago.
"Es duro y bien triste estos días, porque recuerdo todo. Lo más triste es que prometieron que iban a sanear los ríos y no pasó nada. ¿Cuántos inocentes más tienen que morir para llegar al corazón de los gobiernos? No solo es el saneamiento, es atacar la raíz, las empresas. Lo que yo quiero es que ya no haya más víctimas como mi niño porque la verdad es bien duro. La gente se está muriendo lentamente en El Salto”.
Respecto a esto último dijo que mucha gente tiene sarpullido en la piel, cáncer, dolores crónicos de cabeza o sangrado de nariz, por lo cual hizo un llamado a no dejar de luchar y a alzar la voz hasta conseguir también una verdadera intervención de las autoridades en la zona.
