Este lunes se cumplieron once días desde que los estudiantes de Jalisco dejaron de ir a clases, y en casa, debido a la contingencia por Covid-19, han sido días complicados, pues a diferencia de las vacaciones, esta vez los pequeños deben evitar salir a la calle.
Ana Victoria es madre de cuatro, tres varones de 8, 12 y 14 años, así como una niña que la semana siguiente cumplirá once años. Ella no sale a trabajar y ha permanecido con sus hijos en casa.
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Por las mañanas “nos ponemos a hacer limpieza de la casa, que recojan su cuarto y cooperen un poco” y ya cuando terminan sus actividades en el hogar, comienzan a hacer la tarea que les envían día con día y que “por cierto, es muchísima” y si tienen tiempo, juegan con el celular, ven televisión o aprovechan algún juego de mesa.
“No hemos salido, su papá sí está yendo a trabajar, porque trabaja en una carnicería que le surte a taqueros en la colonia Echeverría”, explicó Ana Victoria.
En su caso, su esposo sale a trabajar alrededor de las 5:30 de la mañana y regresa a la hora de la comida y aunque por ahora no han tenido problemas con el abasto de alimentos, espera que la contingencia termine pronto, porque en el trabajo de su esposo ya han “descansado” a algunos empleados y teme que le suceda lo mismo a él.
Juanita Mercado es otra madre de familia, también de cuatro hijos, todos varones de 5, 7, 9 y 13 años, pero ella sí tiene que salir a trabajar a una tienda de abarrotes por la estación Refugio del Tren Ligero.
En su caso, cuando se anunció que se suspendían las clases en Jalisco, como medida preventiva para evitar contagios de Covid-19, tuvo que adaptar sus horarios y pidió permiso de llegar a trabajar más tarde, para dar oportunidad a que su esposo regresara del trabajo como recepcionista de un hotel en la Zona Centro.
A sus hijos la semana pasada les dieron un cuadernillo en la escuela y todos los días deben enviar evidencia de lo que hacen y aunque su papá les ayuda con las tareas, ella desde el trabajo está pendiente de que no se atrasen en sus actividades, aprovechando que bajaron las ventas en la tienda de abarrotes.
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“En la tienda disminuyó un poco el movimiento porque alrededor hay empresas y varias no están asistiendo, los colegios tampoco, pero la gente que va lleva cuentas de 200 o 300 pesos, porque se han estado previniendo”.
Explicó que también la afluencia de sus proveedores disminuyó y que a partir de esta semana la tienda de abarrotes abrirá solo por las mañanas, que es el turno que ella cubre, pues en la tarde, cuando la propietaria de la tienda se encarga del negocio, permanecerá cerrado, debido a que cada vez son más escasos los clientes.