Debido a que se tiene una gran dependencia por el lago de Chapala en cuanto al abasto de agua para la ciudad, académicos de la Universidad Panamericana pugnaron por no perder de vista la creación del segundo acueducto a Guadalajara que sustituya al actual.
El académico Carlos Ornelas Orozco hizo una serie de recomendaciones en torno a lo que se tiene que hacer con el tema del agua en la ciudad, sobre todo porque el 67%de agua que se consume en la zona metropolitana proviene precisamente del lago.
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"Ante este escenario que vivimos se recomienda no perder de vista la construcción del segundo acueducto Chapala-Guadalajara, este acueducto que es muy polémico, que mucha gente se confunde y piensa que se le va a extraer más agua al lago, lo cual es erróneo. El segundo acueducto es para sustituir al existente, que ya tiene más de 30 años, y cuya capacidad de conducción se ha disminuido de forma importante".
Para garantizar el abasto de agua en la ciudad, a fin de que no se vivan desabastos, también pugnó por aprovechar los escurrimientos del Zapotillo, para lo que recomendó seguir gestionando con la federación a fin de que los recursos de las obras sí lleguen; y aprovechar las aguas del río Juchipila que llegan al río Santiago.
También, añadió, trabajar en la recuperación de caudales de la red de distribución de agua; blindar las zonas de recargas subterráneas; impulsar el reúso de aguas residuales tratadas en la industria; y que desde Jalisco se vigile el cumplimiento de los acuerdos de distribución de agua de la cuenca Lerma-Chapala. No obstante, reiteró la importancia del segundo acueducto.
"No podemos sacar el volumen que necesitamos de Chapala por esa tubería, y hay que sacarlo por la conducción vieja que es una conducción a cielo abierto que tiene muchas pérdidas por evaporación, extracciones de los agricultores de la zona, y aparte sufre deterioro de la calidad de agua muy severo. Entonces, es mejor contar con un segundo acueducto moderno, eficiente y que no tengamos pérdidas en el mismo", añadió.
El académico Hugo Briseño Ramírez, señaló por su parte que se debe trabajar por cambiar las políticas y generar ciudades sensibles al agua que respeten el ciclo de la misma, pues solo así se garantizará el suministro al ciudadano.
"Es necesario que las políticas públicas de urbanización se orienten a cuidar el ciclo del agua. Ciudades sensibles al agua. Necesitamos ciudades que drenen, necesitamos que existan áreas verdes que absorban, que cuidemos el bosque, necesitamos disminuir el consumo y para eso existen varias alternativas. En lo parte público está la cultura del agua".
