La población de México está conformada en su mayoría por mujeres, que representan un 51%, pero todavía falta mucho por hacer para alcanzar espacios en el sector profesional, pese a que muchas veces las mujeres tienen mayor talento, afirmó la empresaria Marisa Lazo, propietaria de una de las pastelerías con mayor presencia en el país, la cual comenzó como un pequeño negocio familiar en la cochera de su casa.
“Son un montón de obstáculos los que tenemos que enfrentar, por un lado los techos de cristal que nos impiden subir y también los pisos pegajosos que nos detienen, cuestiones culturales, paradigmas”.
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Se refirió a la “violencia del éxito”, pues apenas un 29% de puestos de liderazgo están ocupados por mujeres y en el caso de direcciones generales la cifra cae hasta el 13%, mientras que en presidencias es de apenas un 5% y se cuestiona que al trabajar abandonan a su familia o sus hijos, a pesar de que dedican más del doble de tiempo al hogar, a diferencia de los hombres.
“A mi siempre me preguntan por mis hijos y nunca me ha tocado hasta el día de hoy que a mis compañeros hombres empresarios les pregunten por sus hijos, pequeñitos detalles que la gente no se da cuenta y nos van haciendo sentir inseguras”.
En el panel denominado ”¿Qué tanto hemos avanzado?“, organizado por El Occidental, habló también de los hábitos que las mujeres han aprendido y les frenan: buscan ser perfectas y tienen una necesidad de demostrar que son buenas en el trabajo, buenas mamás, buenas hijas; intentan siempre agradar, pues desde pequeñas les enseñan a ser amables, a sonreír y cuando llegan a una empresa buscan ser así, a diferencia de los hombres, que poco a poco van subiendo escalones y haciendo amistad con los altos rangos, además de uno que consideró importante, al afirmar que las mujeres “nos minimizamos”, al pedir perdón o permiso incluso para hablar, expuso la empresaria y psicóloga.
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