Al tope de usuarios así operó el Macrobús de a Periférico el primer día de clases 100% presenciales en la Universidad de Guadalajara (UdeG) y aunque la frecuencia de paso no superaba los tres minutos, a las unidades no podía ingresar ni un alfiler.
En un recorrido desde la Avenida Revolución hasta Belenes tanto en el Macrobús de la Calzada Independencia como el de Periférico se comprobó que en los tramos en donde hay centros universitarios, la demanda es mayor y en ocasiones no se puede subir en la primera unidad por lo que hay que esperar la siguiente o hasta dos.
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Algunos de los detalles que observan los usuarios es que dentro de las unidades no se tiene la lista de las estaciones, viajan con dudas de si en la “siguiente” se bajan o continúan, tampoco hay mensajes de voz como en el tren en los que se diga a qué estación se va.
“Si te subes y te duermes, no sabes en dónde vas a despertar porque no se tiene los nombres de las estaciones” señalaron estudiantes que viajaban al núcleo de Belenes.
Otros usuarios indican que ha sido eficiente pero a las horas pico el subirse a las unidades se complica un poco porque algunas ya van llenas y era prácticamente imposible subirse a ellas, pero también se daba la batalla entre quienes buscaban salir de la unidad y los que querían subir, pero también el temor de los contagios ya que la llamada distancia social no se podía cumplir, es decir prácticamente iban unos sobre los otros y se podía escuchar hasta la respiración.
Un aspecto más es que a más de 21 días de operación siguen sin cerrarse las puertas cuando la unidad se va, lo mismo sucede en algunas estaciones del Macrobús de la Calzada Independencia, los pasillos a lo hará de mayor afluencia son insurgentes ya que mientras unos esperan su unidad, otros los esquivan para poder salir.
Una queja que ha sido recurrente desde hace tiempo es el relacionado a la tarjeta de prepago, que en ocasiones no hace el descuento al transbordar del Macrobús de la Calzada Independencia al del Periférico, lo que lesiona la economía de los usuarios de este sistema de transporte masivo, que pese a la cantidad de personas que se transportan, en la mayoría de las estaciones el gel antibacterial no se ve por la prisa que llevan los usuarios y porque ya nadie en la estación insiste en su uso.
