La aplicación de un plan de desalojo por parte de Grupo México de los contenedores de mercancía almacenados en el puerto de Manzanillo por Covid-19 es una buena noticia para los empresarios de Jalisco pero también puede implicar que al circular más productos por las vías férreas, los robos se incrementen, señaló el presidente de Comce de Occidente, Miguel Ángel Landeros.
Esta acumulación de contenedores en el puerto se debe a que en primer lugar la pandemia frenó procesos de producción en países asiáticos y cuando se comenzó a reactivar la economía muchos de los industriales de México hicieron un sobre pedido de sus materias primas para no tener escases de nuevo en caso de un repunte de la enfermedad, lo cual generó que se saturara el puerto y una escasez de los mismos para enviar mercancía.
Para el líder de los exportadores de Occidente el que se haya implementado esta estrategia de duplicar las operaciones del ferrocarril es una buena noticia ya que por meses los contenedores se han mantenido en ese puerto ya que “hemos enfrentado problemas logísticos que nos han empujado a tener una situación muy compleja”.
El problema inició en China cuando se detuvo el envío de estos contenedores y por la baja de consumos, las manifestaciones de los maestros que impidieron la operación del ferrocarril, zonas de alto riesgo de robos que limitaban el paso, pero ahora con esta nueva estrategia será positiva, sin embargo se corre el riesgo de que los robos suban.
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“La información que tenemos es que el robo de carga todavía no ha mostrado mejorías, seguimos con ese problema y esperemos que este tema vaya a la baja lo antes posible, ya que se llevan todo tipo de mercancías, principalmente en la zona metropolitana” pero desde su punto de vista el sacar lo antes posible todos estos contenedores se podría incrementar los robos.
Pero esperan que las autoridades hagan su parte con diversos operativos porque el crimen organizado es creativo para realizar sus acciones y los efectos los resentirán los empresarios afectados.
Guillermo del Río, presiente de la Industria de la electrónica indicó que ellos mueven una gran cantidad de metal y plásticos por la vía marítima o aérea y llegan al puerto de Manzanillo y este problema de la acumulación de contenedores se generó en primera instancia por que una gran cantidad de vuelos se detuvieron por la pandemia y los productos se quedaron en el país de origen.
En algunas ocasiones se aplicaron medidas de inspección previa con mayores protocolos para evitar contagios de Covid-19 y “eso hizo que se empezaran a alargar los tiempos de tránsito”, es decir si ellos traían partes de Asia con un tiempo de entre tres a cinco días o en barco de un mes, esa situación les aumentó los tiempos.
La lentitud de los procesos generó que los industriales comenzarán a “jalar más material y empezamos a saturar tanto las líneas aéreas como los puertos ya principio de éste año se vio el factor de clima que hizo que muchos vuelos no pudieran despegar.
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Pero también los empresarios retenían en exceso los contenedores y no los liberaban con el debido tiempo, lo que generó otro problema, que fue la escasez de los mismos y es así que en lugar de tardar un día en descargar un barco, se alargaron hasta tres días y eso hizo que los costos de fletes se duplicaran en muchos casos.
Mientras que Raúl Güitrón robles, presidente de la Asociación de Industriales de El Salto, reconoció que esta situación sí los afectó porque antes de la pandemia se podían llevar entre uno y tres días en el proceso y ahora se les incrementó el tiempo hasta en siete días para sacar un contenedor de Manzanillo.
“Está completamente saturado, también ha habido una sobre demanda en el transporte y ya es difícil encontrar hizo contendores, barcos y todo eso por la saturación que hay, además de lo que pasa en el propio puerto por la gran demanda que hay ahorita”, indicó el empresario de la industria de insumos para la limpieza.
A esa situación se le suma los problemas técnicos del puerto, es decir cuando se “les cae el sistema, aquello se vuelve un desastre, se para completamente, la operaciones dentro del puerto no son los más eficientes ya que una vez que entra el transportista no lo dejan bajar de la unidad y a veces tiene que estar ahí el chofer hasta cinco horas arriba de su unidad esperando a que le hagan la carga”.
Todo eso les genera afectaciones en los tiempos de recorridos, descarga y regreso de los contenedores una vez que se dejan la materias primas en las plantas pero “al no tener esa continuidad y certeza en los tiempos” los empresarios optaron por pedir hasta el doble de las mercancías con lo que llegaron más contenedores.
A esto se suma las celebraciones del Año Chino y en donde prácticamente se suspenden actividades en todo el país por una semana “ahorita están llegando todos esos barcos que salieron posterior a que reiniciaron actividades después del Año chino y eso hace que el pico se sufra”, entre otras situaciones. De ahí la preocupación de que los robos se incrementen de manera sustancial.
