Las y los niñas del Siglo XXI tienen más accesibilidad al conocimiento y tecnología sin embargo su tendencia es al aislamiento, pero también autonomía al llevar un estilo de vida donde el contacto entre padres e hijos es menor, y les toca resolver problemas o escenarios cotidianos por sí mismos.
Entre problemas que enfrentan es la interacción social. Aunque aprenden a seguir instrucciones a más temprana edad para armar un lego o acceder a un juego en una tableta: “se les dificulta la interacción personal, lo que implica problemas para cumplir reglas, y a veces no comprenden que los adultos deben ser una autoridad a respetar”, señaló una académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
La convivencia, dijo se aprende en el hogar, tener hermanos obliga a pensar en el otro y en el bien común, y muchos pequeños no tienen hermanos, así que no entienden las normas de convivencia.
“No tomar alimentos en casa rompe con una rutina familiar que establece hábitos y es un escenario para compartir experiencias. Puede haber convivencia en casa, pero ese momento en particular es importante para platicar de la cotidianidad con los padres, y ahora se está dejando de lado”.
Ante el panorama de que ambos padres trabajan, mencionó que la vida de sus hijas e hijos gira en torno a la escuela, donde comen, interactúan, toman talleres y aprenden otras habilidades.
En el marco del Día del Niño, la especialista recomienda no sobrecargarlos con exigencias: los impulsan a ganar medallas, practicar uno o varios deportes y disciplinas, e inmiscuirse en actividades artísticas, entre muchas otras actividades.
“Los padres deben considerar que la atención que se les brinde será clave para que aprovechen lo mejor del mundo moderno, sin dejar de sentirse amados. Hay niños con pocos hábitos y responsabilidades, y eso a futuro los convertirá en adultos con dificultades para interactuar, trabajar en equipo o tener un espacio laboral adecuado y compartirlo; además, tenderán a ser más tiranos”.
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Formar niños felices, más que competitivos, debe ser primordial, aseveró que los infantes de hoy son más independientes y aprenden a tomar decisiones con mayor rapidez que sus padres cuando eran pequeños.
La curiosidad natural, dijo les permite interactuar fácilmente con las nuevas tecnologías, que les ofrecen ventajas para desarrollar habilidades, pero no deben ser utilizadas como “nanas” modernas, pues tienden a aislarse y dejan de lado el impulso de otras capacidades.
Conoce más:
39.2 Millones de niñas, niños y adolescentes (de cero a 17 años) hay en México, representan 32.8 por ciento de la población general.
