Pese a que no está abierto al público, el Zoológico de Guadalajara se mantiene activo ahora más que nunca por parte de su personal que, día tras día, realiza lo necesario para cuidar a quienes lo habitan.
Con las medidas correspondientes de sanidad, debido a la emergencia sanitaria que se vive por el Covid-19, los más de 2 mil ejemplares de 300 especies distintas que habitan en el lugar siguen sus vidas, gracias en parte a sus cuidadores quienes, con algunas modificaciones en sus horarios laborales, han tenido que arreglárselas para que no pierdan su rutina.
"Tratamos de que todas las actividades con ellos continúen prácticamente dentro de lo normal o de las rutinas que tenían cotidianamente, precisamente para no alterar a los animales en cuanto a cambiar sus horarios. El personal se ha adecuado y existen filtros de sanidad en todos los accesos, no solo para los trabajadores sino también para los proveedores y la gente que trae los alimentos o diferentes productos que se utilizan en el parque para el mantenimiento normal de las instalaciones", explicó Luis Soto, auxiliar de dirección general en el Zoológico de Guadalajara.
Si bien hubo una leve disminución de la plantilla laboral, ya que personal vulnerable al virus tuvo que permanecer en casa, los que quedaron se encargan de que de 7 a 7 todo tipo de actividades se desarrollen en favor de los animales; los cuidadores no solo se encargan de darles de comer, sino fomentar hábitos y que lleven una actividad más o menos normal, en especial ahora que han resentido la ausencia de visitantes.
"La realidad es que la mayoría de los animales sí están buscando los visitantes, sí extrañan tener la interacción con la gente que pasa todos los días, el observar el movimiento. Por ello, dentro de las rutinas de atención de estos animales es observar que se encuentren en buen estado, se lleva a cabo la limpieza de sus instalaciones, así como diferentes actividades de enriquecimiento animal, esto son actividades que los estimulan para desarrollar conductas naturales a su especie".
En este aspecto, detalló que se involucran mucho en preservar o fomentar hábitos de alimentación. Como ejemplo enunció a los herbívoros para que coman ramas o partes de algunas plantas; mientras que en los carnívoros existen actividades de entretenimiento para que se mantengan activos y se ejerciten a lo largo del día y el periodo en el que el parque se encuentre cerrado.
A lo largo de los más de 32 años de historia que tiene el Zoológico Guadalajara solo se había registrado un periodo de cierre al público, por allá del 2009 con la influenza, sin embargo, Luis Soto refirió que fueron solo unos días y nada comparado con ahora -pues desde el 17 de marzo tienen cerrado-, razón por la cual es que la plantilla laboral de casi 100 trabajadores esenciales se enfoca en cuidar a los animales y mantener en óptimas condiciones el lugar para cuando la situación mejore.
Por lo pronto, la vida en el zoológico continúa, y es por ello que ahora se preparan a posibles nacimientos, ya que para estas fechas, refirió, es común que cebras, antílopes, suricatas, venados o reptiles aumenten la familia de animales que viven en el lugar.
