Desde la arboleda frente al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, que convirtieron en su casa, madres de desaparecidos hicieron un llamado al Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, para que intervenga, se contrate más personal y se arreglen los equipos de los laboratorios, a fin de acelerar los procesos de identificación. Todo esto luego de que el Ejecutivo Estatal reconociera un mal manejo y ordenara una investigación sobre lo que ahí sucede.
Afirman que algunas desde hace dos años han reconocido a sus hijos, pero están en partes y se niegan a devolvérselos. Desde 2018, cuando los llamados tráileres de la muerte, han sido constantes las observaciones y recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, de que están rebasados y es necesario invertir más en personal, equipo e instalaciones.
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“Éramos 200 y hoy somos 600”, dice Claudia, que llegó buscando a su hija, que estaba embarazada, cuando se la llevaron”. Hace una pausa y reflexiona: “a lo mejor aquí está mi hija y es de la que está en el piso, no la encuentro”.
Como ella, María e Isabel, han vivido lo que describen como “un calvario” y les ha tocado ver momentos “de terror”, primero los tráileres de la administración pasada –“eso me lo comentó Mary”, repara Isabel, yo todavía tenía a mi hijo-, pero me imagino, me hubiera muerto otra vez -ella dice que está muerta en vida- de pensar que el cuerpo de mi hijo estaba amontonado, al fondo de esa caja.
Y ahora lo que se enteraron en redes sociales, cuerpos sobre el piso, casi momificados, debido a la falta de espacio en los refrigeradores. “Pedazos en cajas, brazos, piernas y cabezas”, afirma Isabel, que espera al resto de sus compañeras para prepararse a lo que sigue, porque no puede seguir así.
Claudia, integrante del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco FUNDEJ, reconoce al Gobierno de Jalisco que haya aceptado el escenario que se está viviendo y que se vaya a investigar, pero esperan más.
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“Lo que pedimos al Gobernador es que nos ayude, a que haya más doctores, más máquinas para agilizar pronto esto porque lamentablemente con tantas fosas que han encontrado está lleno”, detalla.
Se lo han dicho los mismos peritos, están rebasados, si las máquinas de los laboratorios fallan -también están sobrecargadas- los procesos se atrasan aún más y consideran que se debe de invertir más en el tema.
Apenas el pasado 26 de enero la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco CEDHJ recomendó al director del propio organismo que se actuara jurídicamente contra peritos omisos en la entrega de dos cuerpos y que se tomaran “en consideración los hechos victimizantes narrados en esta recomendación para que, de resultar procedente, se inicie, tramite y concluya el procedimiento de responsabilidad administrativa”.
Pero además entonces se recomendaba que: “Con el objetivo de que no se repitan hechos como los documentados en la queja 2309/2020y lograr que la identificación de las personas fallecidas que ingresan al IJCF sea pronta, para abonar a la debida integración de las indagatorias abiertas con motivo de su muerte, instruya a las áreas encargadas de la obtención de datos identificativos individualizados, para que de manera inmediata apliquen, de forma efectiva y completa, los medios de identificación que establece el Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense, a todos los cuerpos y restos humanos que ingresan a la institución”.
El atraso sigue siendo significativo y por ejemplo esta semana se hizo entrega del cuerpo de un estudiante, hallado hace un año en una fosa clandestina, desde entonces identificado por las ropas, pero que hasta ahora se pudo entregar a la familia, al confirmar las diferentes pruebas.
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