/ miércoles 15 de junio de 2022

Los Hechos | Sin remedio: Guerra Política para rato

Primera de dos partes

Conforme pasan los días y se acerca el año de las elecciones presidenciales, se observa la manera en que irremisiblemente se acentúa la pugna entre los partidos políticos; y la lucha es tan notoria que las diferencias entre éstos amenazan con invadir el ánimo de la población.

Bueno, pues la verdad es que eso de que “se amenace con invadir las conciencias ciudadanas” no es algo que pueda sorprendernos, ya que en efecto, ese es el propósito de los grupos que buscan seguir en el poder o recuperarlo, según el caso.

No es que “se corra el riesgo” de contaminar la mente de los mexicanos, sino que precisamente lo que se pretende es meterles en la conciencia las ideas de los partidos que están en la liza. ¡Y a ver quién es más hábil para conseguir tales propósitos!

Por lo tanto, lo que vemos ahora es que los llamados a la unidad nacional, que es la bandera de los mexicanos bien intencionados, seguramente van a tener que replegarse por un rato, para dar lugar a las manifestaciones en favor de alguna de las causas que toman parte en la justa.

¿Queremos paz? Pues la triste realidad es que habrá guerra -más bien ya la hay- y ésta continuará cuando menos en los próximos dos años.

Y con la novedad de que a diferencia de las guerras convencionales, en esta batalla política ya en curso, no se vale declinar a la participación y habrá que entrarle de lleno, porque en un momento dado, hasta el abstencionismo tiene un valor de importancia, ya que le resta votos a una propuesta que necesitaría de su apoyo.

Ahora que, ya metidos en el tema, es posible advertir que aun cuando falta bastante tiempo para el momento decisivo, los ánimos ya se están caldeando y los partidos meten el acelerador en lo que trata a pre-campañas disfrazadas. Y las acusaciones en contra de quienes hacen propaganda a su favor, también ya son parte del show.

Vemos pues que al igual que los espectáculos populares, se arranca el programa con la parte que se conoce como introducción, consistente en acciones que van preparando al público, mientras se llega el momento de presentarles el número principal.

Y siendo el caso actual -que por estos días nos encontramos en la etapa de los prolegómenos-, debería esperarse que el teatro se viera medio vacío. Pero no; la audiencia ya es considerable. Tal parece que los mexicanos se están politizando y si les siguen moviendo el atole tal como lo han venido haciendo, seguramente que su apetito va a ir aumentando paulatinamente.

¿Quiere ya el lector hacer apuestas desde ahora? Pues hágalas. Pero eso sí, de momento sólo apuestas de dicho o de amigos, porque para la acción decisiva todavía falta algo de tiempo.

O sea que la lotería aún no empieza. Aunque algunos disimuladamente, como que ya comienzan a dar vuelta a la ruleta.

Continuará...

Primera de dos partes

Conforme pasan los días y se acerca el año de las elecciones presidenciales, se observa la manera en que irremisiblemente se acentúa la pugna entre los partidos políticos; y la lucha es tan notoria que las diferencias entre éstos amenazan con invadir el ánimo de la población.

Bueno, pues la verdad es que eso de que “se amenace con invadir las conciencias ciudadanas” no es algo que pueda sorprendernos, ya que en efecto, ese es el propósito de los grupos que buscan seguir en el poder o recuperarlo, según el caso.

No es que “se corra el riesgo” de contaminar la mente de los mexicanos, sino que precisamente lo que se pretende es meterles en la conciencia las ideas de los partidos que están en la liza. ¡Y a ver quién es más hábil para conseguir tales propósitos!

Por lo tanto, lo que vemos ahora es que los llamados a la unidad nacional, que es la bandera de los mexicanos bien intencionados, seguramente van a tener que replegarse por un rato, para dar lugar a las manifestaciones en favor de alguna de las causas que toman parte en la justa.

¿Queremos paz? Pues la triste realidad es que habrá guerra -más bien ya la hay- y ésta continuará cuando menos en los próximos dos años.

Y con la novedad de que a diferencia de las guerras convencionales, en esta batalla política ya en curso, no se vale declinar a la participación y habrá que entrarle de lleno, porque en un momento dado, hasta el abstencionismo tiene un valor de importancia, ya que le resta votos a una propuesta que necesitaría de su apoyo.

Ahora que, ya metidos en el tema, es posible advertir que aun cuando falta bastante tiempo para el momento decisivo, los ánimos ya se están caldeando y los partidos meten el acelerador en lo que trata a pre-campañas disfrazadas. Y las acusaciones en contra de quienes hacen propaganda a su favor, también ya son parte del show.

Vemos pues que al igual que los espectáculos populares, se arranca el programa con la parte que se conoce como introducción, consistente en acciones que van preparando al público, mientras se llega el momento de presentarles el número principal.

Y siendo el caso actual -que por estos días nos encontramos en la etapa de los prolegómenos-, debería esperarse que el teatro se viera medio vacío. Pero no; la audiencia ya es considerable. Tal parece que los mexicanos se están politizando y si les siguen moviendo el atole tal como lo han venido haciendo, seguramente que su apetito va a ir aumentando paulatinamente.

¿Quiere ya el lector hacer apuestas desde ahora? Pues hágalas. Pero eso sí, de momento sólo apuestas de dicho o de amigos, porque para la acción decisiva todavía falta algo de tiempo.

O sea que la lotería aún no empieza. Aunque algunos disimuladamente, como que ya comienzan a dar vuelta a la ruleta.

Continuará...