Contrastes y un gran reto de reconstrucción tendrán las empresas que lleven a cabo la construcción de la L4 del Tren Ligero que inicia en la estación Fray Angélico del Macrobús, frente al Mercado Las Juntas, en San Pedro Tlaquepaque.
Son casi 21 kilómetros de vías que están abandonadas en algunos tramos, los rieles están separados, rotos o demasiado viejos, en otros tramos llenos de tierra, piedras y maleza.
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Un camino prácticamente solitario y abandonado es lo que se encontrarán, con el reto de transformarlo en algo práctico y de fácil acceso para los futuros usuarios de este sistema de transporte, que moverá hasta 135 mil viajes diarios en una primera etapa.
A lo largo del trayecto se observan restos de durmientes de madera, algunos dejados en los costados en espera de ser instalados lo antes posible.
Se pudo apreciar que la imagen y el panorama no tiene grandes cambios de una a otra, en algunos lugares no hay ni casas ni negocios que puedan servir de referencia y la gente que llega a cruzar el camino está a la expectativa de cómo quedará la L4 al sur de la ciudad.