/ lunes 28 de marzo de 2022

La Presa Calderón, la que sobrevivió a la sequía

Los pobladores del lugar dice que luce como cualquier otro buen año

Pasa del mediodía y tres jóvenes, con algunas botanas y bebidas, así como las herramientas adecuadas para la actividad que están por emprender, esperan sentados a la orilla de la Presa Calderón a que les llegue la lancha que rentaron para irse a pescar un rato.

Es la primera vez que visitan la zona y aunque las aguas podrían verse más pronunciadas, para los recién llegados el lugar luce estupendo para pasar la tarde. Y es por ello que con algunas dificultades -nada más de lo necesario- comienzan a cargar las cañas de pescar y, con salvavidas bien puestos, se suben a la lancha, mientras que con los remos tratan de alejarse de la orilla.

➡️ Sequía: la silenciosa causa de incendios forestales

"Sí se ve grande, quisimos ir primero a la Primavera y de ahí nos mandaron a pescar para acá que es donde sí se podía", admite uno de los jóvenes, antes de internarse en las tranquilas aguas de aquel martes soleado, sumándose a las dos o tres lanchas más que se ven muy a distancia, sin saber que para estas alturas, pero del año pasado, la presa estaba al 10 por ciento de su capacidad, es decir, con el agua al menos 100 metros más al fondo de donde partieron.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

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"Ahorita la presa, en este momento, se ve parecido que como ha estado en otros años. Yo siento que el año pasado lo que afectó mucho fue por la cuestión de la pandemia, que le estuvieron sacando más agua de la que sacan normalmente, y por eso fue por lo que bajó", platica Juan, trabajador y pescador de la zona.

Recuerda que el año pasado para muchos fue fatal ya que la presa simplemente no alcanzó los niveles moderados de cada año, y ahora que el panorama pinta mejor -pues se estima que está al 70% de su capacidad- aún así están expectantes a lo que pueda ocurrir durante este temporal pues todo dependerá de qué tanto se saque agua para la ciudad; sin embargo, considera que las repercusiones del 2021 todavía generan algunos estragos.

"Tengo desde el año pasado que no vengo a pescar, pero hay que ver cómo quedó (la presa), ver qué tanto afectó la sequía, porque como bajó mucho el nivel, yo creo que sí hubo mucha muerte de peces, entonces, no sabemos cómo vaya a estar ahorita".

En este sentido, Galdino Lupercio -que creció en la zona y cuya familia es la encargada del Restaurante El Primo- explica que el frío de los últimos meses tampoco ayudó para los pescadores de la cooperativa de la zona, ya que los peces se han mantenido más al fondo y eso ha orillado a que se las tengan que ingeniar para sacar el tope mínimo de la semana.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

"Ahorita el que medio saca más o menos, es el que se pone a tumbear, es decir, hacer ruido por la orilla de la charca con el mentado tumbo, porque si no, sacan cuando mucho tres o cuatro kilos al día".

Al menos en la zona del rancho Las Puertas, la presa, a decir de pobladores del lugar, luce como cualquier otro buen año, no obstante, ahora que comenzó la temporada de estiaje admiten que el agua poco a poco retrocede, y como prueba la tierra humedecida que queda conforme el líquido desaparece.

"Ahorita tiene capacidad, el año que acaba de pasar estaba muy vacía porque fue un año remoto de lluvias. (Se empieza a vaciar) dependiendo en la planta potabilizadora San Gaspar con cuántos metros cúbicos trabajen en diferentes horarios, es el desgaste que se le va haciendo al envase del agua de la presa. Además, la ciudad de Guadalajara se ha extendido mucho y la demanda (de agua) es más", añade Galdino.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

La presa fue construida por el año de 1991 y aunque su implementación trajo revuelo, pues la dinámica de vida cambió para muchos, en retrospectiva ni Juan ni Galdino recuerdan otro temporal como el del año pasado, algo que esperan no volver a vivir no solo por las miles de personas afectadas en el Área Metropolitana de Guadalajara con el tema de la escasez, sino por los pescadores y porque poco a poco los recursos naturales del estado van desapareciendo.

Eso sí, añaden también, los visitantes aún con la sequía pasada no han dejado de venir, pues con zona para acampar, cada fin de semana el lugar continúa como un punto de encuentro familiar en donde chicos y grandes procuran pasar un rato ameno. Ahora que la presa está dentro de lo que cabe rebosante de agua, las alternativas para disfrutar del lugar se amplían no sólo por quienes vienen a pescar por deporte, sino por los que solo quieren recorrer las aguas de la presa en modo de ocio.

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Pasa del mediodía y tres jóvenes, con algunas botanas y bebidas, así como las herramientas adecuadas para la actividad que están por emprender, esperan sentados a la orilla de la Presa Calderón a que les llegue la lancha que rentaron para irse a pescar un rato.

Es la primera vez que visitan la zona y aunque las aguas podrían verse más pronunciadas, para los recién llegados el lugar luce estupendo para pasar la tarde. Y es por ello que con algunas dificultades -nada más de lo necesario- comienzan a cargar las cañas de pescar y, con salvavidas bien puestos, se suben a la lancha, mientras que con los remos tratan de alejarse de la orilla.

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"Sí se ve grande, quisimos ir primero a la Primavera y de ahí nos mandaron a pescar para acá que es donde sí se podía", admite uno de los jóvenes, antes de internarse en las tranquilas aguas de aquel martes soleado, sumándose a las dos o tres lanchas más que se ven muy a distancia, sin saber que para estas alturas, pero del año pasado, la presa estaba al 10 por ciento de su capacidad, es decir, con el agua al menos 100 metros más al fondo de donde partieron.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

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Recuerda que el año pasado para muchos fue fatal ya que la presa simplemente no alcanzó los niveles moderados de cada año, y ahora que el panorama pinta mejor -pues se estima que está al 70% de su capacidad- aún así están expectantes a lo que pueda ocurrir durante este temporal pues todo dependerá de qué tanto se saque agua para la ciudad; sin embargo, considera que las repercusiones del 2021 todavía generan algunos estragos.

"Tengo desde el año pasado que no vengo a pescar, pero hay que ver cómo quedó (la presa), ver qué tanto afectó la sequía, porque como bajó mucho el nivel, yo creo que sí hubo mucha muerte de peces, entonces, no sabemos cómo vaya a estar ahorita".

En este sentido, Galdino Lupercio -que creció en la zona y cuya familia es la encargada del Restaurante El Primo- explica que el frío de los últimos meses tampoco ayudó para los pescadores de la cooperativa de la zona, ya que los peces se han mantenido más al fondo y eso ha orillado a que se las tengan que ingeniar para sacar el tope mínimo de la semana.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

"Ahorita el que medio saca más o menos, es el que se pone a tumbear, es decir, hacer ruido por la orilla de la charca con el mentado tumbo, porque si no, sacan cuando mucho tres o cuatro kilos al día".

Al menos en la zona del rancho Las Puertas, la presa, a decir de pobladores del lugar, luce como cualquier otro buen año, no obstante, ahora que comenzó la temporada de estiaje admiten que el agua poco a poco retrocede, y como prueba la tierra humedecida que queda conforme el líquido desaparece.

"Ahorita tiene capacidad, el año que acaba de pasar estaba muy vacía porque fue un año remoto de lluvias. (Se empieza a vaciar) dependiendo en la planta potabilizadora San Gaspar con cuántos metros cúbicos trabajen en diferentes horarios, es el desgaste que se le va haciendo al envase del agua de la presa. Además, la ciudad de Guadalajara se ha extendido mucho y la demanda (de agua) es más", añade Galdino.

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

La presa fue construida por el año de 1991 y aunque su implementación trajo revuelo, pues la dinámica de vida cambió para muchos, en retrospectiva ni Juan ni Galdino recuerdan otro temporal como el del año pasado, algo que esperan no volver a vivir no solo por las miles de personas afectadas en el Área Metropolitana de Guadalajara con el tema de la escasez, sino por los pescadores y porque poco a poco los recursos naturales del estado van desapareciendo.

Eso sí, añaden también, los visitantes aún con la sequía pasada no han dejado de venir, pues con zona para acampar, cada fin de semana el lugar continúa como un punto de encuentro familiar en donde chicos y grandes procuran pasar un rato ameno. Ahora que la presa está dentro de lo que cabe rebosante de agua, las alternativas para disfrutar del lugar se amplían no sólo por quienes vienen a pescar por deporte, sino por los que solo quieren recorrer las aguas de la presa en modo de ocio.

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