/ sábado 24 de agosto de 2019

La carne que sale del rastro de Guadalajara no tiene clembuterol

Confirma el director, José Ángel González Aldana, sí se realizan las pruebas necesarias

El rastro de Guadalajara es uno de los que están en las mejores condiciones de operación por lo que el director, José Ángel González Aldana, con lo cual se garantiza la limpieza de la carne que sale de este lugar a toda el área metropolitana y es de los pocos en donde sí se realizan las pruebas necesarias para determinar si el animal fue alimentado con clembuterol.

Con esto rechaza la percepción que tiene el titular de Agricultura y Desarrollo Rural, Alberto Esquer, de la cual EL OCCIDENTAL dio cuenta y en donde consideró que en el Estado es casi imposible saber si se practican esas pruebas porque prácticamente ningún rastro cuenta con un laboratorio o los reactivos para analizar el producto que sale para consumo humano.

González Aldana destacó que “afortunadamente el rastro de Guadalajara está en condiciones muy aceptables de operatividad gracias a los controles de verificación y supervisión internos que implementamos en la administración municipal, no es el caso de otros rastros pero aquí en Guadalajara sí implementamos esa tema de sanidad e inocuidad de la carne que se expende”.


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Lo anterior lo sustenta al señalar que es prácticamente el único rastro en contar con un laboratorio para realiza los análisis correspondientes para “la detección de clembuterol, específicamente ya que en ningún otro lado se tiene (esto debido al alto costo de operación de esas instalaciones) y cuenta con un cuerpo de especialistas de médicos veterinario tanto de verificación y de supervisión, así como médicos sanitaristas que dependen de la Dirección de Inspección y Vigilancia”.

Este equipo de trabajo realiza dos tipos de exámenes, uno previo al sacrificio y otro ya post mortem, es decir cuando los ganaderos o los introductores de carne llevan el animal al rastro lo primero en hacerse es verificar el estado de salud y sanidad, que sea viable y en “caso de que sea un animal sospechoso se aparta y se examina, sino se le detecta ninguna enfermedad se procede al sacrificio hasta el último y se le extiende un certificado de sanidad” con lo cual se garantiza la limpieza de la carne.

En estas instalaciones el rastro opera al 100% y con las inversiones hechas en la administración pasada y esta, la capacidad de sacrificio de reses, puercos y pollos se ha incrementado de manera sustancial, debido a la confianza que se tiene en estas instalaciones y los procesos de análisis realizados. De forma ordinaria se sacrifican entre 500 y 550 reses con un peso promedio de 590 a 600 kilos, hace cuatro años el promedio era de 480 kilos por animal.

Todo esto se debe a una mejor alimentación de los animales y a las acciones del consejo consultivo del propio rastro el cual se conforma con tres uniones de abastecedores y el 90% de los abastecedores están dentro del programa de productor confiable, lo cual garantiza una mejor calidad de carne al ser animales confinados para la engorda.

Al cuestionarlo si es caro instalar un laboratorio para verificar la calidad de la carne dijo que es complicado porque implica tener un microscopio o un cultivo en micros, así como la cantidad de reactivos que se requieren para realizar todas las pruebas y garantizar la limpieza de la carne, para eso se requiere de una inversión alta y esa es una de las causas por las que casi la totalidad de los rastros en el estado no lo tengan y no se sepa con exactitud qué tipo de carne sacan de esas instalaciones.

“Lo que pasa es que la capacidad instalada que tenga el rastro, no podría tener en un rastro municipal de una población de 20 habitantes un equipo como el que tenemos aquí porque significaría una inversión anual muy alta”, explicó.

El rastro de Guadalajara es uno de los que están en las mejores condiciones de operación por lo que el director, José Ángel González Aldana, con lo cual se garantiza la limpieza de la carne que sale de este lugar a toda el área metropolitana y es de los pocos en donde sí se realizan las pruebas necesarias para determinar si el animal fue alimentado con clembuterol.

Con esto rechaza la percepción que tiene el titular de Agricultura y Desarrollo Rural, Alberto Esquer, de la cual EL OCCIDENTAL dio cuenta y en donde consideró que en el Estado es casi imposible saber si se practican esas pruebas porque prácticamente ningún rastro cuenta con un laboratorio o los reactivos para analizar el producto que sale para consumo humano.

González Aldana destacó que “afortunadamente el rastro de Guadalajara está en condiciones muy aceptables de operatividad gracias a los controles de verificación y supervisión internos que implementamos en la administración municipal, no es el caso de otros rastros pero aquí en Guadalajara sí implementamos esa tema de sanidad e inocuidad de la carne que se expende”.


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Este equipo de trabajo realiza dos tipos de exámenes, uno previo al sacrificio y otro ya post mortem, es decir cuando los ganaderos o los introductores de carne llevan el animal al rastro lo primero en hacerse es verificar el estado de salud y sanidad, que sea viable y en “caso de que sea un animal sospechoso se aparta y se examina, sino se le detecta ninguna enfermedad se procede al sacrificio hasta el último y se le extiende un certificado de sanidad” con lo cual se garantiza la limpieza de la carne.

En estas instalaciones el rastro opera al 100% y con las inversiones hechas en la administración pasada y esta, la capacidad de sacrificio de reses, puercos y pollos se ha incrementado de manera sustancial, debido a la confianza que se tiene en estas instalaciones y los procesos de análisis realizados. De forma ordinaria se sacrifican entre 500 y 550 reses con un peso promedio de 590 a 600 kilos, hace cuatro años el promedio era de 480 kilos por animal.

Todo esto se debe a una mejor alimentación de los animales y a las acciones del consejo consultivo del propio rastro el cual se conforma con tres uniones de abastecedores y el 90% de los abastecedores están dentro del programa de productor confiable, lo cual garantiza una mejor calidad de carne al ser animales confinados para la engorda.

Al cuestionarlo si es caro instalar un laboratorio para verificar la calidad de la carne dijo que es complicado porque implica tener un microscopio o un cultivo en micros, así como la cantidad de reactivos que se requieren para realizar todas las pruebas y garantizar la limpieza de la carne, para eso se requiere de una inversión alta y esa es una de las causas por las que casi la totalidad de los rastros en el estado no lo tengan y no se sepa con exactitud qué tipo de carne sacan de esas instalaciones.

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