La Cámara de la Industria Alimenticia de Jalisco (CIAJ) podría abrir su laboratorio para que la empresa Peñafiel realice pruebas de sus productos, tras el señalamiento hecho por los elevados niveles de arsénico que tiene, informó su directora, Clara Suárez Rincón.
"El agua cumple con una norma para un pozo de agua potable, pero no para un agua purificada envasada, es ahí donde está la diferencia y donde se debe dar el tratamiento".
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Recordó que el agua de pozo permite hasta 25 partes por billón y puede usarse para aseo personal, riego y demás actividades, en tanto que el consumo humano permite únicamente 10 partes por billón y el Peñafiel resultó con 17 partes por billón.
"Los metales pesados cuando están en dosis pequeñas no son graves que vayan a generar algún problema, sí tienen (repercusión en la salud) pero a largo plazo, no es como una bacteria que me la como hoy y mañana me enfermo y necesito atención inmediata... El agua debe tener un tratamiento especial para eliminar este contaminante, porque para una agua envasada está casi al doble".
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