Desde hace al menos tres años, diversas organizaciones se han acercado al Arzobispado de Guadalajara para pedir su apoyo ante la contaminación que se vive en torno al Río Santiago, explicó el cardenal, José Francisco Robles Ortega.
“Se están acercando a nosotros, precisamente en la línea de hablar por ellos, para que se tenga cuidado de sanear todas las aguas que han cobrado vidas y salud en muchos niños, adolescentes y jóvenes, porque las personas que han nacido últimamente, ya nacen hasta cierto punto con el problema, que incrementa a medida que viven en ese medio”.
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Refirió que hay algunas iniciativas, como la que encabeza la religiosa Bertha López Rocha en Tonalá, donde además de atender a pacientes que viven con VIH, se reciben a algunos que requieren hemodiálisis, aunque la responsabilidad es de las autoridades.
“No se da abasto en responder a toda la demanda que tiene, pero lo que hace la iglesia es una obra supletoria, no es que nosotros nos comprometemos a resolver esos temas, que corresponden a la instancias de gobierno, apoyamos lo que más podemos con la caridad de las mismas personas, pero no nos podemos comprometer a resolver el tema”.
Esto, luego de que se diera a conocer que por diez años el gobierno jalisciense fue omiso a un estudio que refería la presencia de metales pesados la sangre de diversos menores, lo que derivó en enfermedades crónicas, entre ellas insuficiencia renal.