Para el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega es importante que tanto las autoridades como los ciudadanos en general tomen en cuenta las consecuencias a la salud derivadas por malos manejos en la producción de alimentos y en la limpieza del agua.
En el caso particular de los pesticidas detectados por investigadores de la Universidad de Guadalajara en alimentos que se producen en Ciudad Guzmán al sur del estado de Jalisco, dijo no tener conocimiento, pero sí de otros casos donde el abuso de pesticidas han impactado en la salud de los consumidores.
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“Todos los pesticidas y lo que se agrega a los productos de la agricultura conlleva un riesgo a la salud y yo creo que las autoridades que tienen que ver con el reglón de la salud deberían de someter todos los procesos a un seguimiento cuidadoso para que haga el menos daño posible”.
Sobre el tema del agua contaminada en la zona Ciénega dijo tener mayor conocimiento de las afectaciones que representa a la salud incluso de los recién nacidos con daño renal generado por la sustancias que hay en el agua.
Robles Ortega habló también de la situación de seguridad sobre todo al norte de Jalisco y en los límites con Zacatecas, donde son constantes los enfrentamientos entre distintos grupos de la delincuencia organizada.
“El riesgo que tenemos como sociedad es que sin deberla, ni temerla podríamos casualmente quedar en medio de un encuentro de esta naturaleza y correr peligro en nuestra integridad”.
Otro de los temas que alarman en el país es la trata de personas, del que también abordado en la Conferencia del Episcopado Mexicano que hasta hace algunos años Robles Ortega presidió.
“Está creciendo en distintos países del mundo pero es preocupante cómo está creciendo de nuestra patria”.
Dijo que de todos esos temas ya tienen conocimiento incluso en El Vaticano, pues los obispos mexicanos han informado al personal cercano al Papa Francisco la situación que se vive en México.